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balonmano | liga de campeones

Svensson confirma al Cuatro Rayas como segundo

El Kadetten bajó el nivel, ante la neta superioridad del equipo español, que conseguía anotar sin demasiada dificultad y que, en su área, siguió intratable, con un Svensson magistral.

<strong>TRIUNFO DEL VALLADOLID.</strong>
TRIUNFO DEL VALLADOLID.

Un soberbio Svensson, que ha rematado la gran defensa mostrada por los vallisoletanos ante el Kadetten desde el inicio del partido, ha confirmado al Cuatro Rayas en la segunda plaza de su grupo, lo que le permitirá contar con el factor cancha en los octavos de final de la Liga de Campeones.

Ambos equipos salieron muy centrados en defensa, lo que impidió cualquier intento de imponer un alto ritmo de juego y, por tanto, los ataques se ralentizaron en demasía, con muy poca continuidad, a lo que se añadió el protagonismo de los guardametas, dando lugar a un paupérrimo 2-2 en los primeros diez minutos.

El 5:1 del Cuatro Rayas, primero con Alonso como avanzado y después con Alexis Rodríguez encontró la efectividad buscada por Pastor, si bien los suizos supieron aprovechar los errores en los pases de los locales para sorprender con rápidos contraataques, que les concedió una mínima ventaja en el marcador (6-7).

El equipo vallisoletano, sin uno de sus principales referentes, Eduardo Gurbindo, sufría para superar la férrea defensa impuesta por el Kadetten, hasta que Bilbija calentó la muñeca y Joli pudo hacer valer su efectividad desde el extremo, para hacerse con el control del juego y adquirir una renta de tres goles (15-12), que Kukucka dejó en dos antes del descanso.

La intensidad defensiva siguió siendo el arma utilizada por los vallisoletanos para empezar a apuntalar su sistema de ataque, con Perales al mando del juego, que supo dosificar bien el ritmo y mover a sus compañeros hasta convertir al equipo en una máquina precisa, que sorprendió a los suizos.

El Kadetten bajó el nivel, ante la neta superioridad del equipo español, que conseguía anotar sin dificultad y que, en su área, siguió intratable, con un Svensson magistral, lo que les llevó a obtener una máxima renta de nueve goles (30-21), que mantendrían hasta el final del encuentro (35-26).