El Quabit fue siempre a remolque

Naturhouse La Rioja consiguió una victoria importante en Guadalajara (25-29), en un partido que dominó desde el principio frente a un conjunto local que salió dormido y que, aunque mejoró en la segunda mitad, se derrumbó con la expulsión de Castellá en el minuto 45.

Con un juego lento, previsible y fallón, Quabit fue siempre por debajo en el marcador en la primera parte. Cinco ataques consecutivos errados obligaron a Fernando Bolea a pedir tiempo muerto cuando se llevaban consumidos seis minutos.

La zaga riojana estaba bien plantada, ligeramente adelantada y con una mixta sobre De la Salud que cortaba las embestidas locales.

Cambió Bolea de portero, y sólo las paradas de Gómez y la velocidad de los verdillos a la contra sirvieron para maquillar el luminoso (10-16 al descanso).

En la reanudación, los alcarreños reaccionaron con una defensa más agresiva y la dirección de Javi Suárez, acompañado por Sergio Valles, logrando transiciones más rápidas y poder de penetración, Jorge Gómez contribuía a la remontada parando casi todo.

La roja descalificante a Castellá en el ecuador del segundo período, al desestabilizar en el aire a Javi Parra, frenó en seco la hombrada. El equipo local seguía perdiendo balones, también desperdició una superioridad, los visitantes recobraban una renta suficiente y tenían en Lorger un seguro de vida.

Isma Juárez, un polivalente Dujshebaev y el ruso Tioumentsev, rapidísimo en sus movimientos, soltaron la muñeca, entre los verdillos Epeldegui y Sergio Valles fueron quienes se echaron el equipo a cuestas. La suerte estaba echada y Quabit no fue capaz de superar en casa a un Naturhouse que quiere jugar en Europa.