NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Más deporte | Diplomacia

China y EE UU reeditan la 'Diplomacia del ping-pong'

El nuevo secretario de Estado de Estados Unidos, John Negroponte, visita estos días China. Se cumplen 30 años de la reapertura de relaciones diplomáticas con el, por aquel entonces, país dirigido por Mao Zhedong. En 1971, la selección de EE UU abrió la puerta al viaje de Nixon.

Actualizado a
<b>BIENVENIDO, MR. NEGROPONTE. </b>Qi Baoxiant y Judy Bochenski-Hoarfrost juegan delante de John Negroponte (secretario de Estado) y su homólogo chino, Wang Guangya.
reuters

Que el deporte une es una frase tan manida como cierta. Lo corrobora un hecho que se reedita estos días en Pekín. El episodio se bautizó Diplomacia del ping-pong. Y, sucintamente, se puede contar así. En abril de 1971, el equipo de Estados Unidos de tenis de mesa, que participaba en el Campeonato del Mundo en Japón, fue invitado por sorpresa a jugar una serie de partidos amistosos en China. Desde que Mao Zedong y los comunistas llegaron al poder en 1949, ningún ciudadano con las barras y estrellas en el pasaporte podía pisar tierra roja. La Guerra Fría estaba en su apogeo y el ping-pong, religión en China, iba a ayudar a calentarla.

Entre el 11 y el 17 de abril, nueve jugadores, cuatro técnicos y un grupo de escogidos periodistas (véase la portada de Time) iban a tener la oportunidad de contar al mundo qué había tras los muros asiáticos: jugaron partidos de exhibición, fueron al ballet y visitaron la Gran Muralla y el Palacio de Verano. De este modo, se suavizaron posturas y se preparó la visita secreta de Henry Kissinger, por entonces funcionario de la seguridad americana, meses después. Él sembró para que el presidente Richard Nixon viajara en 1972 a Pekín y para que por fin, el 1 de enero de 1979, se reestablecieran vínculos diplomáticos entre los dos antagónicos gigantes.

Y ahora, treinta años después, el hecho se ha conmemorado en Pekín aprovechando la gira de John Negroponte, nuevo secretario de Estado de la Era Obama, con la reedición de uno de aquellos partidos. "Todo lo que pasó después podría haber ocurrido sin el ping-pong, pero lo que está claro es que todo es más fácil cuando sientes que quien tienes enfrente comparte cosas contigo, en este caso el deporte", ha declarado Judy Bochenski-Hoarfrost, que con 15 años formó parte de aquel equipo y estos días ha vuelto a coger la tabla para jugar ante Negroponte y Wang Guangya, ministro de Exteriores chino.

"Se puede decir que el ping-pong es un arma diplomática china", explica Dongping Zhang, seleccionador español de tenis de mesa que, por aquel 1971, no llegaba a los diez años. "Pero todo el mundo conoce ese episodio en China. La mejoría de las relaciones conllevó una relajación, porque no olvidamos que la época de la Guerra Fría fue muy tensa. Eso sí, el equipo de Estados Unidos era muy flojo, amateur, y fueron vencidos por China, una potencia", recuerda el técnico, que lleva ya más de 20 años en España.

"Hace poco, el presidente chino, Hu Jintao, visitó Japón, un vecino con el que nunca ha habido buenas relaciones, y lo primero que hizo fue disputar un partido de ping-pong con la mejor jugadora de Japón. Era una forma de simbolizar amistad", apostilla Dongping Zhang. Más de cien millones de chinos juegan al tenis de mesa. Y la diplomacia, en 1971, también jugó.