El Guerrero encontró sucesor en su hijo

Julio César Chávez consiguió meter a 132.274 aficionados al boxeo en un campo de fútbol, el Estadio Azteca. Fue el 20 de octubre de 1993, en la disputa de un título mundial frente a Greg Haugen. Así era el Guerrero, puro exceso y dinamita. Con una carrera que se extendió desde 1983 hasta 2005, durante 22 años en los que disputó 115 combates contra púgiles que tienen su hueco en los libros de historia: Kostya Tszyu, Óscar de la Hoya, Pernell Whitaker, Héctor Macho Camacho... Ganó 86 por KO, sólo perdió seis e hizo dos nulos. Una carrera bestial en la que llegó a encadenar 89 victorias consecutivas para ganar títulos mundiales en tres pesos diferentes.

En México, entre los aficionados al boxeo de todo el mundo y en especial entre el público hispano, mentar su apellido es nombrar a uno de los más grandes. Ahora, su nombre vuelve a los carteles de las veladas, pero con la apostilla 'júnior'. Es Julio César Chávez Carrasco, su hijo mayor, que ha recogido su testigo y vuelve a poner en boca de todos un apellido mítico.

Sufrimiento.

"Es muy difícil ver a mis hijos pelear (su otro vástago, Omar, también se ha atrevido a subir al ring). Los nervios son muchos y es difícil estar ahí sin poder hacer nada por ellos. Pero es lo que quieren hacer. Es complicado decirles que no y quitarles las ilusiones que tienen de ser alguien en la vida", declaró el patriarca antes de que el pasado fin de semana Julio César jr. consiguiera un nuevo triunfo en Albuquerque.

Allí, en la ciudad más grande del estado de Nuevo México (EE UU), el hijo mayor del ex campeón disputó su combate número 24, que se volvió a saldar con victoria, esta vez frente a un rival más duro, Ray Sánchez. Tiene 21 años y está invicto, sólo contabiliza un nulo en el peso superwelter. "Mis hijos serán campeones del mundo", advirtió Chávez hace poco. De momento, ha cuidado mucho la carrera de Julio César, que aún así ya ha peleado en coliseos como el Madison Square Garden y casinos como el MGM y el Aladdin en Las Vegas. "Julio ha mejorado mucho en sus últimos combates. Su cuerpo ha madurado y está trabajando muy fuerte en los entrenamientos. Eso me da mucha confianza", advierte su mejor maestro.

El caso es que ya se especula con que a finales de 2008, el júnior más famoso del boxeo disputará ya el Mundial. No lo tendrá nada fácil, porque en las divisiones en las que se podría mover en el futuro están angelitos como Forrest, Mayweather, Hatton, Margarito, Cotto o Mosley. Será difícil, pero los nostálgicos y los aficionados mexicanos ya han encontrado otro Guerrero con el que ilusionarse.