NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Tenis | Masters femenino - Semifinales

Henin echa a Sharapova y se corona número uno

La francesa Mauresmo ganó a Clijsters y es la otra finalista

Actualizado a
<b>ADIÓS. </b>Maria Sharapova se despide de la afición de Madrid. No jugará la final.
REPORTAJE GRÁFICO:_FELIPE SEVILLANO

El deseo, a veces, confunde a la razón. Y más razonable era que Justine Henin acabara el año como número uno. Aunque los centímetros de Maria Sharapova no dejen ver más allá, la realidad es que tenía enfrente a una jugadora que este año ha sido finalista en los cuatro Grand Slam de los que ganó uno, Roland Garros. La belga se coronó en Madrid como la mejor, algo que ya hizo en 2003, sucediendo a Lindsay Davenport y certificando el bajón del tenis de Estados Unidos. Henin es la nueva reina, pero está por ver también si sucede a Amelie Mauresmo como maestra, porque la francesa consiguió llegar a la final de hoy para defender el título que conquistó el año pasado en Los Angeles tras derrotar en un excelso partido a Kim Clijsters por 6-2, 3-6 y 6-3.

Sharapova tiene 19 años, un saque tremendo y, a pesar de su frialdad, un tope en cuanto a presión. "Mi concentración me ha fallado", reconoció la siberiana. Es lo que tiene jugar contra Henin, que sus ilimitados recursos acaban por reventarte los esquemas. Ya en el primer set la menuda tenista (1,67 cm.) se propuso minar la moral de la rusa y le arrebató el saque en la primera oportunidad de que dispuso, algo que repetiría para colocarse 5-2 y cerrar el primer parcial con un claro 6-2 ante la mirada preocupada y cabreada de Yuri Sharapova, el padre de la criatura, que veía cómo se les escapaban un millón de dólares más para su ya gruesa cuenta.

Henin arriesga.

Henin ama, además, el riesgo. Se siente cómoda en el límite quizá porque su azarosa vida personal (huérfana desde niña, problemas con su padre, muchas lesiones) le han endurecido. Le gusta tirarse en paracaídas, apretar el acelerador Su confianza es de acero aunque llegó a Madrid sin competir desde septiembre por un desgarro en su gemelo. En la segunda manga, vio abierta la puerta del partido en el octavo juego y se tiró a degüello para romper el servicio de Sharapova. Tras cuatro igualadas y una estirada en la que parecía haberse lesionado, se colocó 5-3 y sirvió para sacar. Ahí llegó su único momento de zozobra. Maria le devolvió el break y se puso a aullar como una loca. Entre el jolgorio del público se llegó al tie-break y ahí decidió la experiencia de Henin, que lució dos aces y acabó por adjudicarse la muerte súbita por 7/5.

La belga, que llega cansada a la final, se encontrará hoy enfrente a Amelie Mauresmo, la tenista que vino a Madrid como número uno. "He ido creciendo partido a partido", avisó la francesa, que tras perder el primer día contra Petrova acabó por ponerse las pilas hasta el punto de ganar incluso a Henin en tres sets en el último partido de la fase de grupos. Una buena final para Madrid, la misma que se ha vivido este año en Wimbledon y en Australia. Aunque no esté la zarina Sharapova.

Las bolas de la pequeña belga

Justine Henin mide cada detalle del partido. Para ganar, cualquier cosa ayuda. Hasta las bolas. Por eso, cuando sacó con 5-5 en el segundo set y vio que le entraba la bola no quiso cambiarla. La fue siguiendo en el recorrido por la pista entre los recogepelotas y se la pidió al que estaba en el extremo opuesto. Así hasta cerrar el juego en blanco. En los siguientes puntos, igual. Sólo cogía una pelota y era con la que había conseguido ganar. "Ahora soy un poquito menos supersticiosa que antes, cuando tenía más manías, pero cada jugador hace uso de una rutina que nos ayuda a veces a marcar diferencias", ha explicado la belga.