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Tenis | Masters Series de Madrid

"Maria Sharapova es la que más se equivoca"

El 'Ojo de Halcón' debuta en el Masters de Madrid

Actualizado a
<b>EL OJO QUE TODO LO VE. </b>La tecnología al servicio del tenis para decidir las bolas más dudosas.
pepe andrés

El Ojo de Halcón vigila el Masters Series de Madrid por vez primera este año. Una tecnología que permite a los jugadores pedir el visionado de bolas dudosas dos veces por cada set (si va acertando, son ilimitadas) y que anima aún más al público, que espera intrigado las imágenes y aplaude las decisiones. Una recreación virtual muestra al público y a los jueces en los videomarcadores si la bola entró o se fue fuera.

Greg, uno de los ingenieros de Hawkeye Innovation, la empresa inglesa que ha inventado el engendro que cruza los datos de las diez cámaras que vigilan las líneas y la pelota, ya tiene elaborado un ránking de los que mejor aprovechan la tecnología: "Los números uno son los británicos Tim Henman y Andy Murray. Pueden fallar todos los jueces, que ellos la clavan. La peor, Maria Sharapova. Se equivoca mucho cuando reclama". Algo que habrá oportunidad de comprobar en el WTA Championships que se celebrará en el Madrid Arena entre el 7 y el 12 de noviembre próximos y en el que la rusa será la gran atracción.

Este sistema se implantará en 2007 en todos los Masters Series y se está negociando también utilizarlo en el próximo Open de Australia. "Al principio algunos jugadores decían que restaba espontaneidad al juego, pero lo que hace es eliminar injusticias y ahora ya lo ven claro", relata Greg, quien cuenta que en aras del show, en el reciente US Open la organización les obligó a ralentizar las repeticiones para aumentar el suspense cuando se producía una reclamación. El avance es imparable y también están desarrollando un sistema para implantar el Ojo de Halcón en torneos sobre hierba. Quizá Wimbledon, último reducto de la tradición, se vea algún día invadido por las cámaras.

Desde un pequeño cubículo en las alturas, cuatro personas rodeadas de monitores y un oficial de la ATP no pierden de vista el juego. Sólo hay una cosa que perturba a veces el buen funcionamiento. Los sensores que siguen a las pelotas se ven confundidos por alguna que otra calva brillante de espectadores situados cerca de la pista. "Pero no hay problema, enseguida lo corregimos", dicen los técnicos mientras no quitan ojo de las pantallas. Nada se escapa al ojo que todo lo ve.