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Ciclismo | Tour de Francia

Landis toma ventaja

La contrarreloj de Rennes comenzó a aclarar algunas incógnitas: el T-Mobile es el equipo más fuerte; Floyd Landis adelanta el paso entre los favoritos; Carlos Sastre es el mejor español; Leipheimer no está para muchos trotes, y el Discovery tiene menos pegada de la anunciada.

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<b>EL REFERENTE. </b>Entre los favoritos, el estadounidense Floyd Landis fue quien salió más favorecido de la contrarreloj de Rennes.
jesús rubio

Serguei Gonchar (la forma de escribir su nombre varía cada año) es un ciclista ilustre, especialmente en Italia. Además de sus cinco victorias de etapa en el Giro, el ucranio ha sido dos días maglia rosa en la pasada edición, fue 6º en 2005, 2º en 2004 y seis veces más finalizó entre los diez primeros. Es bastante más, por tanto, que un buen contrarrelojista. Incluso ya hay quien lo coloca entre los candidatos para ganar este Tour sin dueño. Aunque no descarten que sea un ardid para que el tipo se lo crea y su equipo trabaje en el control de la carrera.

Más allá del descubrimiento de un nuevo tapado, que un corredor de 36 años gane con holgura a los mejores especialistas del mundo y se vista de amarillo en el Tour confirma nuestras sospechas de que algo ocurre. Algo que rompe pronósticos y retrasa a los favoritos. Ignoro si tiene que ver con la Operación Puerto, pero lo deseo. Si fuera así, no estaríamos, como algunos creen, ante un Tour descafeinado, sino ante el más real de los últimos tiempos.

Además de Gonchar, Floyd Landis fue el otro vencedor de la jornada. Pese a perder un minuto con el ganador, desde ayer es el rival a batir, aunque, personalmente, dudo que sepa resistir esa condición quien no luce más gloria que una victoria en la París-Niza de este año y un noveno puesto en el Tour 2005. De lo que no hay duda es de que Landis fue el mejor de los primeros espadas, seguido de cerca por Klöden (1:43), Menchov (1:44), Evans (1:49) y Karpets (1:52). Todos ellos a menos de un minuto del americano.

Un solo podio.

Hay que resaltar que, después del abandono de Julich (ayer se fracturó una muñeca), sólo hay en carrera un ciclista que haya subido al podio del Tour: Klöden (2º en 2004).

Sastre fue el mejor español (2:11), seguido de Pereiro (2:41) y Rubiera (3:06). Zubeldia decepcionó (3:32) y Mayo nos volvió a deprimir (5:37). Pero hubo descalabros mayores entre los extranjeros. Así, Leipheimer, favorito en la crono y en el Tour, cedió 6:05. Cunego se descartó al perder 6:23 y sorprendió la mediocridad de Hincapié (2:42), Popovych (3:17) y, menos, la de Simoni (5:19). El arrepentido Millar, antes favorito y recién llegado de los infiernos (dos años por dóping) entregó 3:34. No sería malo subrayar siempre su nombre en rojo, para situarnos.

Entre los fenómenos asombrosos que deparó la etapa nos dejó a cuatro T-Mobile entre los diez primeros, uno de ellos, Sinkewitz, absolutamente inesperado. El chico tiene 26 años y no se le conoce otra victoria que la Vuelta a Alemania 2004, donde fue nombrado mejor escalador. Ahora es cuarto. Aunque sólo sea por concentración de corredores en los primeros puestos, el equipo alemán se ha convertido en el jefe de la carrera. Y le podría costar caro, ya que la prueba se convertirá desde ahora en un sálvese quien pueda. Cincuenta ciclistas notables deseando meterse en una fuga para ser sobresalientes.