El portero Lundqvist coronó campeón a Suecia

La Agencia de Correos sueca tendrá que ir pensando en un nuevo sello. Ya inmortalizó en uno a Peter Forsberg, después de que marcara el gol frente a Canadá que dio a su país el primer título olímpico de hockey hielo en Lillehammer 1994. Forsberg participó ayer en la conquista del segundo oro, pero hay otros candidatos para ser timbrados de por vida. Quizá Miklas Lidstrom, que obtuvo el 3-2 definitivo en el minuto 41; o seguramente el portero Henrik Lundqvist, que salvó numerosas ocasiones ante el empuje final de Finlandia .

"Suecia es una selección muy experimentada y eso ha marcado la diferencia", admitía Saku Koivu, capitán finés. Los suecos tienen un equipo muy maduro y están más acostumbrados a jugarse grandes títulos, como demuestran sus dos oros olímpicos y siete mundiales. Eso pesó mucho a sus vecinos nórdicos, que habían hecho mejor torneo que Suecia. Sólo han perdido uno de sus ocho partidos: la final de ayer. "Pese a la tristeza, la medalla es un gran resultado para un país pequeño como el nuestro", se consolaba el defensor Toni Lydman. Era la segunda plata de Finlandia, que ya lloró en Calgary 1988.