El púgil estadounidense Jermain Taylor puso fin a la racha de triunfos de Bernard Hopkins y le arrebató los títulos unificados de los pesos medianos, al derrotarlo por puntos el sábado por decisión dividida.
Hopkins había ganado 20 defensas consecutivas, pero comenzó el combate aletargado y sólo despertó al final. Para entonces, el retador invicto llevaba una ventaja notable en las anotaciones de dos jueces y había amarrado el título.
Taylor, de 26 años, ha ganado sus 24 peleas como profesional. Sin embargo, muchos dudaban que pudiera contra el experimentado Hopkins, considerado uno de los mejores boxeadores en la actualidad. Taylor dominó el comienzo de la contienda. Cuando Hopkins reaccionó, era muy tarde. "Nunca me hizo daño", dijo Taylor. "Conectó algunos buenos golpes, pero nunca me causó daño".
Fue la primera derrota para Hopkins, de 40 años, desde que Roy Jones lo derrotó hace 12 años. El juez Jerry Roth dio una anotación de 116-112 en favor de Hopkins, pero Duane Ford y Paul Smith dictaminaron 115-113 para Taylor. "Me siento estupendo. Quiero llorar de alegría", dijo Taylor.
"Yo gané, y le dieron el triunfo al otro", dijo Hopkins, quien tiene ahora una hoja de 46-3-1 y no logró hacer nada en los dos primeros episodios. Los seguidores de Taylor en la tribuna comenzaron a presionar a Hopkins.
Revancha
Hopkins no arremetió con decisión sino hasta el décimo asalto, cuando emprendió una serie de intercambios de golpes, rematados con un par de potentes derechazos. Taylor se tambaleó hasta las cuerdas, manteniéndose de pie, cuando Hopkins parecía listo para resolver el combate. No lo logró, pese a que tomó la iniciativa en los últimos dos actos.
Hopkins incluso alardeó en algunos momentos, antes de reanudar el castigo sobre su oponente. "Desde el quinto o sexto round, dominé la pelea", dijo Hopkins. "Tal vez lo único que me faltó fue noquearlo".
Al final, Hopkins retó a la multitud, parándose sobre las cuerdas del cuadrilátero. Fue una dulce victoria para Taylor, quien ya vislumbra la pelea de revancha. "Él es temible y yo siempre lo respetaré", dijo Taylor. "Aprendí tanto en esta pelea que estoy ansioso por la revancha". La victoria fue también dulce para el apoderado de Taylor, Lou DiBella, quien guió a Hopkins a la cima del boxeo pero fue despedido en 2001. DiBella ganó después una demanda por difamación contra Hopkins.