El accidente de Zaragoza se cobra una cuarta víctima

Una mezcla de incredulidad y llanto abierto despidió a los tres jugadores de fútbol sala que dejaron su vida el sábado en la A-2, a la altura de Pina de Ebro. El funeral en memoria de Víctor Moreno, Carlos López y Javier Ondiviela fue el triste punto de encuentro para la familia del deporte aragonés. La desgracia aumentó cuando poco después del funeral se conocía el fallecimiento de Víctor Lázaro, que luchaba por sobrevivir en la UCI del Hospital Clínico Universitario. El joven jugador de 23 años se encontraba en situación crítica y deja en cuatro las víctimas mortales mientras que otros cuatro componentes del Colo-Colo Rigar Litocián siguen ingresados.

En la UCI del Miguel Servet permanece Eduardo Benaque, de 23 años, que evoluciona favorablemente de una fractura de fémur. En este mismo centro están Chema Olona (29 años), con pronóstico reservado, y Sergio Lozano (29 años), con pronóstico grave, aunque su evolución es buena. Además Carlos Osta, de 30 años, permanece en el Hospital Clínico en estado muy grave.

Cientos de personas se congregaron en la parroquia de San Antonio para dar el último adiós a Víctor Moreno, Carlos López y Javier Ondiviela. Familiares, compañeros y muchos deportistas acudieron al sepelio. El seleccionador nacional, Javier Lozano, también quiso dar su aliento: El destino nos ha jugado una mala pasada. Este fin de semana se guardará un minuto de silencio en todos los partidos de División de Honor y de Plata.­