Beard, la ex del tiburón

Tiene en su casa de Tucson dos gatos, un perro, dos conejos y cuatro pájaros, pero le falta un tiburón: es la nadadora californiana Amanda Beard, que en Atenas cumple sus terceros Juegos. El tiburón que le falta es Ian Thorpe, el campeonísimo australiano, con quien se la vinculó sentimentalmente hasta la pasada primavera. Mientras Thorpe se deja ver con modelos de no muy alta estofa como Jackie Holden; Beard va, viene, nada, y posa ligerita en FHM junto a otras olímpicas, como Amy Acuff. Ahora, que Thorpe haga lo que quiera.

El collar del perro de Tyler Hamilton

Tyler Hamilton, líder del Phonak, corría este Tour de Francia cuando le comunicaron que su perro, Tugboat, sufría un cáncer fatal e irreversible. Es mi mejor amigo. Lo he tenido durante nueve años. Él y mi mujer lo son todo para mí. Voy a perder a un miembro de la familia, reconoció, casi, llorando. Un mes después, Hamilton se ha proclamado campeón olímpico en la contrarreloj y el triunfo se lo atribuye al collar que luce orgulloso. El collar de Tugboat. Lo he llevado durante toda la carrera y me ha dado buena suerte, aseguró blandiendo el objeto ante los periodistas. Después de decir esto se acordó de su esposa, Haven: ¿Alguien puede llamarla? La necesito.

Comanecci, el mito continúa en Atenas

Enamoró al mundo con 15 años, en los Juegos de 1976. La rumana Nadia Comanecci, La novia de Montreal, fue la primera en alcanzar la perfección en la gimnasia. Y la primera que logró un 10 cuando no se daban. Para verla, se llegaron a pagar 200 dólares, de aquellos, en la reventa. El acoso del hijo del dictador Ceaucescu la obligó a emigrar a Estados Unidos, pero el mito regresó ayer a los Juegos. Comanecci, eterna y bella siempre, estuvo en la ceremonia previa al partido de Sofbol entre Italia y Taiwan.