Thorpe sufre, aunque da alas a Australia

El inmenso corpachón de Thorpe se inflaba y desin­flaba con un punto de torpeza. Tensionado, el Gran Tiburón Rubio teñido respiraba con el diafragma. ¿Era un tiburón o un ballenato? Mientras, Grant Hackett, rapado como un jugador de la NBA, daba saltos y hacía gestos como si estuviera en una pista de baloncesto. Thorpe había ganado el oro en 400 libre y había mantenido la imbatibilidad que tiene en la distancia desde el Mundial 98, en Perth. Pero Hackett, con más fondo, le apretó hasta el fin. Y saltaba tanto porque no sólo había ganado la plata, sino que podía restregarle a los americanos el doblete australiano.

Números: Hackett firmó 27.46 en los últimos 50 metros. Thorpe, 27.58. En el cuarto y último hectómetro de la carrera, la prueba preferida de Thorpe, Hackett le desbordó con holgura: 55.50 para el altísimo rapado, 56.01 para el tiburón-ballenato. En la pared electrónica, sólo 26 centésimas de separación a favor de Thorpe: 3:43.10, 3:43.26. ¿Es relajación de Thorpe, en vísperas de sus duelos con Phelps, o un principio de crisis?

El Principio de Thorpe establece que nadar es desalojar agua de la piscina con una ola de proa parecida a la de una embarcación de recreo. Su entrenadora, Tracy Menzies, intenta que la masa del torpedo gobierne como pueda esa ola de proa. También le dice a Thorpe que no intente ser tan chic vistiendo. A veces, parece un milagro que este hombre metrosexual, con sus flotadores de cintura y sus tintes, nade tantísimo. Parece un milagro, hasta que te fijas en que ese cuerpazo de casi dos metros se propulsa con unos pies-hélices del 52. Y como mide dos metros, su ciclo de brazada se dispara hasta 2,66 metros. Había que verle respirar con el diafragma. O pretende engañar a Phelps, o es que el tiburón va camino de ser un ballenato.

Plusmarca mundial aussie en 4x100 libre femenino

El relevo 4x100 libre femenino de Australia dio a su país el segundo título olímpico de la tarde y el primer récord mundial. Jodie Henry desbordó a la estadounidense Jenny Thompson en la última posta, que la australiana cerró en 52.95, para un tiempo total de 3:35.94. Seis centésimas mejor que la plusmarca de las alemanas en Berlín 02. La veterana Thompson, vigilada por su rentrée no pudo conseguir el noveno oro olímpico de su ilustre carrera, pero sí la plata.