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Atenas 2004 | Franchek Drobnik

El problema es la tensión

Franchek Drobnik
Actualizado a

El reto de Phelps va ser no sólo conseguir las ocho medallas de oro, que es posible que consiga, sino cómo gestionar el trabajo físico y la tensión mental que lleva a ese objetivo. En ocho días va tener que nadar en veinte ocasiones. El gasto calórico, la energía solicitada en cada prueba, puede recuperarse con el periodo de descanso entre una competición y la siguiente. Una buena hidratación, el aporte de hidratos de carbono suficiente y la reposición y suplementación con los minerales es clave. Sus días cruciales serán mañana, pasado y el jueves, donde sólo dispondrá de poco más de hora para recuperar esos depósitos musculares disminuidos. Pero es fisiológicamente posible.

La natación exige una técnica perfecta para deslizarse con la fuerza adecuada para desplazar el agua en la cantidad precisa. Phelps tiene una envergadura superior a los dos metros, que le proporciona unas cualidades antropométricas perfectas para ello. Más fuerza, más ciclos, una mala posición del brazo o la mano originarían una alteración de la aerodinámica y, por consiguiente, una ralentización. Pero aunque termine agotado, no habrá alcanzado su máxima capacidad de trabajo. Todavía le quedará algo, trabajado en el entrenamiento, que le servirá para recuperarse más rápido.

En ese sentido, su capacidad física le asegura una recuperación completa. El problema no será de la competición por sí misma, sino otros relacionados con la recuperación, el sueño, el descanso, la influencia del ambiente o el clima. Y, por supuesto, la gestión de sensaciones a medida que transcurra la semana y de cómo las afronte ante cada final.

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Franchek Drobnik es jefe del departamento de Fisiología del deporte del CAR de Sant Cugat