Esa Huelva Decana y Atlántica

Los Juegos Iberoamericanos (más correctamente denominados Campeonatos Iberoamericanos de Atletismo) eran hace pocos años todo un desconocido en España. Y más, en pleno año 2004 donde acontecimientos tan potentes como la Eurocopa de fútbol o los Juegos Olímpicos pueden eclipsar hasta el programa televisivo con mayor audiencia que se puedan imaginar. Pero, como bien decía Vicente Añó, consejero delegado del COJMA (Comité Organizador de los Juegos del Mediterráneo), España, por su carácter latino, mediterráneo y su capacidad de improvisación, es el país que mejor sabe montar grandes espectáculos deportivos. Totalmente de acuerdo, don Vicente.

Podemos decir con total seguridad que todos los organismos internacionales están deseando que España acoja Mundiales, Juegos Mediterráneos, Olímpicos, Copa América de vela y lo que le echen. Es apostar a caballo ganador. Los españoles nos volcamos, este país es amable y generoso, la seguridad de nuestras fenomenales fuerzas policiales garantiza tranquilidad y, en suma, sus señorías se lo pasan deabuten que diría antaño nuestro Ramoncín. Garantía de éxito de una competición que nació en Chile (1960) y tras una segunda edición que se celebró en Madrid (1962) tuvo que esperar nada menos que veintiún años para que veintiséis países de habla española y portuguesa se aglutinasen en torno al deporte del atletismo. Hasta ahora... en fin. Una cosa les puedo decir. Merecerá la pena ver a las potentes selecciones de Cuba y Brasil batirse el cobre con unos españolitos, en muchos casos en busca de su última oportunidad para conseguir esa mínima para Atenas, en la Huelva Decana y Atlántica.