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MOUNTAINBIKE | Copa del mundo

Hermida y Fullana, mal ante 25.000 personas

El belga Filip Meirhaeghen venció en la Casa de Campo

Actualizado a
<B>AGLOMERACIÓN</B>. La lluvia hizo más farragoso el circuito.
HELIOS DE LA RUBIA

No hubo sorpresas, aunque sí cierto desencanto, ayer en la Copa del Mundo de Mountain Bike. La prueba, seis vueltas al recorrido de casi ocho kilómetros trazado en la Casa de Campo, se auguraba asequible para los españoles José Antonio Hermida y Marga Fullana. 25.000 asistentes esperaban desde la primera hora de la mañana para corear el triunfo. Como en el 2002. Pero esta vez no pudo ser.

Hermida luchó y luchó por mantenerse en el grupo de los mejores de la prueba masculina. El décimo lugar estuvo ahí hasta la penúltima vuelta. Entonces le pudo la fatiga. El mes pasado sufrió una severa pulmonía y le faltan kilómetros de entrenamiento. Aun así aguantó y llegó el número 20. A 5:53 minutos del belga Filip Meirhaeghe, campeón, e incalcanzable para el resto, desde la tercera vuelta. El segundo fue Paulissen y Peleade, tercero. El mejor fue Alejandro Díaz de la Peña Nini que, aupado por decenas de seguidores venidos de Almedralejo, ocupó el 13º puesto.

Marga Fullana, bronce en Sydney, tampoco revalidó su título al caer en la Cuesta de la Muerte, en las primeras vueltas. La prueba femenina fue para la noruega Gunn Rita-Dahle, que revalidó el título con un minuto y medio de ventaja sobre la segunda, Irina Kalentieva. De las españolas, Silvia Rovira fue la mejor clasificada, en el puesto 25, y Janet Puigrós, acabó 41.

José Antonio Hermida: "No llegaba en forma"

En la última vuelta me pudo la fatiga. He estado todo el tiempo décimo o undécimo, pero al final me ha alcanzado un grupo de corredores y terminado el número vigésimo. Aún así estoy satisfecho. He aguantado y he luchado. Acabo de recuperarme de una bronquitis, con principio de pulmonía, y no llegaba al cien por cien. Ahora tengo por delante mucho tiempo para entrenarme y llegar bien a Atenas. La cita olímpica la afrontaré con veteranía y tranquilidad. En Sidney estaba más nervioso, porque era la primera vez. Ahora me avalan cuatro años en la élite. Sé que en los Juegos puedo estar delante y pondré todo mi empeño en ello".