Gran cocinero y motociclista precoz

Cuando en abril de 1997 se hizo oficial su relación con la infanta Cristina, el nombre de Iñaki Urdangarín sobrepasó los ámbitos deportivos. Tenía 29 años, pero con sólo 16 había llegado al FC Barcelona y en la Residencia Blume empezó a forjarse como jugador junto a otro gran deportista como Jesús Rollán, quizás la persona que mejor le conoce. Llegó al balonmano por medio de su hermano, que jugaba en el equipo del colegio, y él le esperaba al fi nal de los entrenamientos, aunque de pequeño, con sólo ocho años, ya montaba en moto e incluso participó en pruebas de enduro.

Es un excelente cocinero, ya que cuando pasó a vivir solo en la Ciudad Condal le gustaba más hacerse su comida que acudir al restaurante. Es también un enamorado de Queen, y coleccionista de sus discos. Supo compaginar el deporte y los estudios y logró la licenciatura en Administración y Dirección de Empresas, así como un Master en Bussines Administración en ESADE. Actualmente está dedicado a la empresa Noos Consultoría Estratégica, de la que es socio fundador.

Una de las cosas que más ha recordado siempre de todo lo que aconteció de su noviazgo con la infanta Cristina fue en el primer partido de la liga de la temporada 1997-98, en la cancha del Cangas, cuando al mencionar su nombre por los altavoces hicieron sonar la marcha nupcial y el himno de España. Se retiró con 32 años y dejó tras él un palmarés casi inigualable: seis Copas de Europa, dos Recopas, cuatro Supercopas de Europa, diez ligas ASOBAL, siete Copas del Rey, nueve Supercopas de España, tres Copas Asobal y once ligas catalanas. Con la Selección logró el bronce en los Juegos de Atlanta 1996 y Sydney 2000, y plata y bronce en los Europeos de Sevilla 1996 y Croacia 2000.