NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Demasiadas muertes absurdas

Actualizado a

La repentina muerte de Marco Pantani ha sido un mazazo. Como la del letón Jumikis en una cancha de baloncesto sueca, como la del húngaro Feher en Guimaraes, como la del Chava en una clínica madrileña. Esto por citar las más recientes. Todos se nos han ido inesperadamente en el plazo de dos meses. Pero si se echa la vista atrás, vienen al recuerdo muchas otras muertes sin aparente explicación. La del camerunés Foe en un partido de fútbol, la de Diego García cuando se entrenaba, la de Florence Griffith mientras dormía, la de Fuente con el organismo reventado, la de Ocaña que se pegó un tiro, la de López Carril en la playa de Gijón...

A poco que se ahonde un poco más aparecen entre las muertes repentinas las del italiano Zanette y el francés Salanson, también ciclistas, el año pasado. Y por uno famoso que muere, fallecen diez nombres anónimos. El belga Sermon, el último. Murió el sábado durmiendo. Como aquellos holandeses a principios de los 90. Todos cayeron un día víctimas de no se sabe qué. ¿Por qué hay mayoría de ciclistas en esa lista negra. ¿Cómo aceptar que sus vidas acaben de manera tan inexplicable? ¿Qué habrá sucedido para que cruzaran el umbral del cual jamás se vuelve? ¿Drogadictos? ¿Adictos? ¿Pero a qué? ¿Por qué? ¿Cuál es el mal que les mata?

El ciclismo va tejiendo así una tenebrosa leyenda, que no se atajará con los controles antidoping. El ciclismo usa y abusa de los fármacos. La primera muerte conocida por sobredosis fue la de Simpson en el Tour. Luego llegaron los médicos a los equipos para evitarlas. Dicen que si el hematocrito no supera el 50% con la administración de la EPO no hay riesgos. Para eso están ellos, para controlarla. Pero ninguno prueba a que los ciclistas corran sin química en sus cuerpos. El ciclismo ha cruzado una barrera muy peligrosa, una barrera que acaba siendo letal. Ahí están las pruebas. ¿Y aún queremos que nuestros niños sean ciclistas? ¿Es que estamos locos?