El Playas sólo pudo ganar a balón parado

Partido plano con final frenético. Una definición tópica de los encuentros en los que un equipo defiende y el otro domina con escasos recursos de ataque. Así fue el Playas de Castellón, que sumó méritos para hacerse con la victoria, y el Polaris World, que rindió excesiva pleitesía a un excelso rival sólo de nombre, que no por juego.

Un choque táctico, planteado desde conceptos defensivos férreos, donde triunfa el que conquista espacios o el que aprovecha las acciones a balón parado. Y fue la segunda premisa la que movió el marcador: sólo uno de los siete goles llegó de jugada, aunque esta fuera más vieja que el propio fútbol sala, en la que el pívot pisa de espaldas y cede al que llega de frente para que aplaste el balón contra la red rival (1-1, de Euler).

Playas controló siempre el tiempo del partido, pero su juego de cuatro sin hombres desequilibrantes le llevaron a una mala selección de tiro desde media distancia. Sólo hizo daño cuando el rival intentó montar en primera línea y perdía el balón por esa presión asfixiante. Poco más ofreció en ataque el equipo local, salvo un corajudo Javi Rodríguez, único hombre capaz de encarar e intentar irse, aunque sin demasiada eficacia al salir de los regates en diagonal.

La expulsión de Tobias hizo daño al Polaris, que se metió aún más en la cueva de la que sólo salió con 4-2 en contra y con Matía de portero jugador. ¡Y a punto estuvo de empatar!