Bodiroga sentenció el derby barcelonés

Hace poco más de 18 años Aíto García Reneses se enfrentaba al Barcelona como entrenador de la Penya, y le endosaba un rotundo 82-66. En la plantilla azulgrana estaba Manolo Flores como jugador.

Ayer, de nuevo al frente de la Penya y en su partido 650 en la ACB, muchos esperaban que Aíto repitiese victoria para el equipo badalonés, en una especie de revancha particular ante Svetislav Pesic, el técnico que la pasada campaña le relevó en el banquillo azulgrana.

Pero después de un partido dominado por las defensas y con mínimas ventajas para uno y otro bando, surgió un mago llamado Dejan Bodiroga que, en poco más de dos minutos para el final lograba, en una portentosa exhibición, diez puntos consecutivos y sentenciaba el 67-74 final.

El DKV Joventut luchó hasta la extenuación ante un Barcelona en el que Pesic dosificó sus efectivos constantemente, llevó las posesiones al límite y desgastó totalmente a Tabak y Arnold bajo los tableros.

Los verdinegros, con una buena defensa de Digbeu y Radulovic sobre Bodiroga, al que anularon virtualmente durante 31 minutos, lograba irse en el marcador (17-10, min. 9) pero Grimau y un impecable Rodrigo de la Fuente - (11 puntos sin fallo, con tres triples) adelantaban a los visitantes (26-27, min.16). A partir de ahí el equilibrio fue total. El Barcelona llegaba a los cinco últimos minutos con una ligera ventaja (57-62), pero cinco puntos de Carles Marco equilibraban otra vez la contienda (64-64, min. 38).

La afición verdinegra, que esta vez respondió a la llamada de Aíto, intentó empujar a su equipo. Pero cuando nadie lo esperaba, porque había logrado una sola canasta en juego hasta ese momento, emergió Dejan Bodiroga, cargó toda la responsabilidad del ataque azulgrana a sus espaldas y en esos dos minutos hizo enmudecer las gradas.

El DKV Joventut se vino abajo, totalmente desgastado frente a un rival que supo dosificar todos sus recursos. Pesic le ganó la partida a Aíto en su primer duelo directo. Habrá más.