Carlos García vivió un día de premio

Ayer Carlos García era un hombre feliz. Orgulloso. Y satisfecho. El joven central, de tan sólo 19 años, disfrutó de un día con el primer equipo, a las órdenes de Javier Clemente. No era la primera vez que el canterano se ejercitaba con los mayores del Espanyol. Ya lo hizo en el entrenamiento previo a la final de la Copa Catalunya, contra el Barcelona. Y jugó aquel partido, junto a muchos otros compañeros del filial. También vistió de corto bajo la dirección del técnico vasco en otro encuentro de pretemporada, el amistoso que el conjunto blanquiazul disputó y ganó en la Vía Férrea frente al Cornellà.

Pero ayer era un día mucho más especial que todas esas fechas anteriores. No se trataba de una jornada de pretemporada, sino de un entrenamiento serio para preparar un choque trascendental, el del domingo ante el Málaga. Y no es un momento cualquiera, ya que el grupo se halla acuciado en la línea defensiva. Sin Toni Soldevilla ni Alberto Lopo, Clemente necesita disponer de centrales de calidad en la recámara. Como él. Su historial así lo atestigua, con un campeonato de Europa Sub-17 y una capitanía ganada a pulso en las categorías inferiores de la Selección española.

"Para mí ha sido un verdadero premio poder entrenarme con el primer equipo", aseguró Carlos García al término de la sesión. "Pero sé que por ahora pertenezco a la disciplina del Espanyol B, y con ellos seguiré dándolo todo en cada entrenamiento, y en cada minuto de los que disponga sobre el terreno de juego", continuó. No en vano, es una pieza clave en el eje de la zaga del equipo de Bartolomé Tintín Márquez, con el que va acumulando partidos como titular y experiencia, la que le requiere cualquier futbolista para subir algún día a Primera.

El defensa volverá hoy a ejercitarse con sus habituales compañeros del B, después de jugar ayer en el teórico once suplente de los de Clemente. Un sueño, pero bien plasmado de realidad, es el que vivió durante la jornada matutina de ayer Carlos García. Tranquilo y sin ganas de precipitarse, está acostumbrado a ganar con la Selección y sabe que, de seguir su progresión, puede que algún día le llegue su oportunidad con el club al que llegó hace ya más de cuatro temporadas.