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Mucha potencia y un gran disparo

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Su técnico en el Santos, Emerson Leao, le definió un día como "el mejor central del mundo", y más allá de una exageración evidente Alex tiene bastantes virtudes. Elegido mejor defensor de la última Liga brasileña que consagró al Santos, a sus 21 años ha sido ya convocado por Parreira para la Copa de Oro junto a Luisao, y fue indiscutible hasta la final.

Central potente, gran disparo con la derecha, no llega al metro noventa pero parece de mayor envergadura por su potencia. Auténtico prodigio físico, poca técnica con la pelota en los pies, necesita que el defensor que juegue a su lado sí saque el balón desde atrás por el bien del equipo. Si es así, puede funcionar. Su corpachón le resta velocidad, y que nadie piense en un central capaz de armar juego y subir el balón como Lucio.

Alex representa el otro tipo de central, el de pura potencia, el defensor ante todo. Por establecer un modelo, más cerca del tipo Roque Junior que de Lucio, los dos centrales en los que más confía el seleccionador Parreira. Rocoso, potente, en el último año en el Santos ha jugado tanto en defensa de tres centrales como de cuatro hombres. En la sub-23 de Brasil jugó a la izquierda de Luisao, en una pareja de centrales con mucha fuerza pero problemas a la hora de subir la pelota.

Nacido en Niteroi el 17 de junio de 1982, empezó como aficionado en el Juventus de Sao Paulo, pero tardó poco en llegar a la escuela del Santos. En sólo dos temporadas como titular se ha ganado el respeto de todos y una más que probable marcha a Europa. Le tentó el Fenerbahce, pero de momento se queda en Brasil. Sueña con consolidarse en la absoluta y es el defensor más goleador del Santos. Ejecuta gran parte de los libres directos por su tremenda pegada a la pelota. De lo mejor de Brasil en su puesto.