Lemmens prefiere una zaga de cuatro

Es titular, percibe la confianza del técnico y por eso expresa con naturalidad sus opiniones sobre el juego del equipo. Erwin Lemmens, el hombre elegido para ocupar la portería del Espanyol en Liga, en detrimento de Toni Jiménez, reconoció ayer que, puestos a escoger, prefiere una defensa de cuatro jugadores por delante de su marco. "Contra el Betis salimos de partida con cinco hombres atrás, y tuvimos muchos problemas. No sólo por eso, por supuesto. Pero el cambio en la segunda mitad a una zaga de cuatro fue importante. Me gusta más y creo que jugamos mejor", apostilló.

El belga analizó el partido del Ruiz de Lopera, reconociendo que "fue vital la charla que el entrenador nos dio en el descanso. Hasta entonces, no nos había salido nada y al Betis, todo. Por ello, en la segunda parte salimos motivados, a muerte y conscientes de que debíamos marcar el 2-1 para atemorizarles", dijo. Y añadió: "El gol de Raúl Molina fue trascendental. Fue un golpe psicológico para el rival y el equipo a partir de entonces se creció y dejó de jugar mal".

Y de ahí llegó el gol del empate, tanto de Lopo en la última acción del encuentro. Lemmens considera que "el balance del partido es bueno. Sacar un punto del campo del Betis no está mal, por los buenos jugadores de que dispone. Es un equipo difícil. Pero ahora tenemos que pasar página y pensar ya en el próximo rival, el Villarreal. Debemos ganarles".

Satisfecho del resultado aunque no tanto del juego, como el resto de sus compañeros, Erwin Lemmens no pasó por alto otro de los problemas que, junto al dilema en la defensa, merman al once españolista: "Contra el Betis, nos faltó circulación y tocar más el balón. Pero sólo fue un partido y estoy seguro de que se solucionará", concluyó. El belga espera que durante el parón liguero el equipo aproveche para solventar sus actuales carencias y empezar a sumar, de una vez por todas, tres puntos en un solo encuentro.

En el partido contra el Betis, Clemente alineó de inicio a cinco hombres en defensa, más Domoraud y Bastía, dos extremos y Jordi Cruyff en punta. Al Espanyol no le salió nada, y los béticos marcaron dos goles. Diferente fue la disposición que terminó el partido. Desapareció Dani Jarque, por lo que la defensa quedó formada por cuatro jugadores. Esto propició la aparición de un media punta por el centro, Álex Fernández, que fue quien sirvió las dos asistencias que acabaron convirtiéndose en los dos goles de Raúl Molina y Alberto Lopo.