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Primera Real Madrid

Zidane veía en él a su sucesor

Vikash Dhorasoo suena como posible sustituto de Makelele. Es driblador y distribuye el juego con inteligencia.

Actualizado a

No hace mucho que Zidane le definió como su sucesor natural, y sólo con eso bastaría. Vikash Dhorasoo es talento puro y para definirle bastan unas palabras de Raymond Doménech, que le tuvo en su etapa de la Sub-21 francesa. "Dhorasoo es uno de los pocos jugadores junto a Makelele del Marsella capaz de driblar al adversario y además distribuir con inteligencia el juego. Fortísimo con el balón en los pies, posee una excelente visión de juego, por delante de la defensa trabaja con continuidad y recupera una infinidad de balones". Ahora suena para el Real Madrid por el asunto Makelele. Desde aquellas declaraciones, Dhorasoo dio un importante salto hasta el Lyon, que hace poco revalidó su título de campeón francés. Para mi gusto juega demasiado retrasado, pero cuando se junta con Carriere hacen destrozos. El Tigana del nuevo milenio, para los más puristas. No es un joven con futuro a sus 29 años, y debió haber dado el salto a España o Italia antes. Le frenó un físico de aspecto frágil con su metro sesenta y ocho y poco más de sesenta kilos, aunque tiene mucha más potencia de la que parece. Nacido en Harfleur, su nombre Vikash delata sus orígenes paternos en la Isla Mauricio y el color de su piel a sus abuelos, nacidos en la India. Se inició en el Coquainvilliers. Con once años ya le pescó la escuela del Le Havre, un equipo ascensor de Francia. Se catalogó como "un número diez que ama el buen juego". Fue elegido mejor jugador de la Liga francesa en la 97/98. Se quedó sin sitio en el Mundial de Francia, pese a algunas buenas actuaciones con la Sub-21 y un precedente de campeón del mundo en categoría militar en 1995 con Roger Lemerre en el banquillo. La Selección se le resiste. Jugó con la Olímpica en Atlanta 96 y debutó con la absoluta ante Ucrania en marzo de 1999. Quizá por eso no es muy conocido. El Le Havre será siempre su casa, aunque tras la gran temporada 97/98 llegó al Lyon. No convenció en su primer año y recibió muchas críticas, pero jamás perdió la titularidad. Ni en el Lyon ni en los doce meses que pasó a préstamo en el Girondins de Burdeos.