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Primera | Maldini analiza las novedades de la liga

Mejor de mediocentro

Rafael Márquez triunfó como central, pero como mediocentro ha brillado más en el Mónaco en los últimos meses, donde Deschamps le cambió de posición y acertó de pleno.

Actualizado a
<b>JUGADOR DE GARANTÍA</B>. Este central es el capitán de la selección que cayó en octavos de final contra EE UU en el Mundial de Corea y Japón.
rodolfo molina / agencias

Rijkaard tiene una joya en el Barça para dos posiciones. Elegante, inteligente, sencillo con el balón, la cabeza alta y buenos desplazamientos en largo. Acabará en el centro del campo.

Elegante con la pelota, inteligente, ordenado, ahora que la carrera de Rafa Márquez acaba de dar el salto definitivo y antes de contarles cómo este mexicano de Zamora Michoacán se acaba de incrustar en un grande del mundo, un detalle. Márquez creció como defensa central, en ese puesto debutó en la selección mexicana, llegó al Mónaco y anduvo muy cerca del Real Madrid y los más grandes clubes de Italia. Pero tiene mejores condiciones para ser mediocentro, por visión de juego, pase en corto y sencillez con la pelota. Didier Deschamps lo vio a mitad de la temporada pasada, le puso de cinco junto al argentino Bernardi y Márquez rindió de maravilla. Deschamps fue el mediocentro de referencia de la Francia campeona del mundo y de Europa entre 1998 y 2000, y no lo dudó un momento. Un repaso a la segunda vuelta del Mónaco no deja dudas. Márquez, como mediocentro, mejora aún más y así acabará jugando en el Barcelona. Al tiempo.

Copa América de Paraguay en 1999. El Mónaco buscaba un central para reforzar el equipo y hasta Francia habían llegado muy buenas referencias del chileno Pablo Contreras. Los técnicos monegascos se sentaron en la tribuna con el bloc de notas y un México-Chile por delante cuando se encontraron con la joya mexicana. Al final firmaron a los dos, pero desde ese momento sabían que Márquez era apuesta segura. A Lucien Muller le sedujo su sencillez y personalidad desde el centro de la defensa. Miraron la ficha del partido, vieron que jugaba en el Atlas de Guadalajara y buscaron más respuestas.

Debut con 17 años. Seguro que encontraron muchas. Nacido el 13 de febrero de 1979, nativo de Zamora Michoacán y crecido en la inmensa escuela del Atlas en la que más de un año tuvo mucha influencia Marcelo Bielsa, las cosas no fueron sencillas para Rafael Márquez. Antes de que se le bautizara como El Kaiser de Michoacán y de que debutase en Primera con el Atlas con sólo 17 años, estuvo cerca de volverse a su pueblo incapaz de superar la añoranza de su padre. Jugador frustrado del Oro de Guadalajara, defensa central que jamás pudo jugar en Europa, Rafael Márquez Esqueda hizo realidad todos sus deseos en la trayectoria de su hijo antes de fallecer hace poco más de un año. Tal era su pasión que había creado una escuela para jóvenes futbolistas en Michoacán, donde el joven Rafa empezó a patear sus primeros balones.

Triunfador en una prueba con cientos de niños y alentado por su padre, con 14 años hizo las maletas hasta Guadalajara para tres interminables años en la escuela del Atlas. La alianza entre el padre y tres tíos maternos futbolistas le sirvió para superar los días más difíciles.

Etapa francesa. Cuentan que en la primera convocatoria el técnico Bora Milutinovic avisó al Atlas para que Márquez se presentase. No especificó más, por lo que hasta allí fueron Rafael y César Márquez, los dos del Atlas y con iguales ilusiones. Al final Rafael debutó, triunfó de central y nadie le pudo sacar el puesto. Tres años en el Atlas y una llegada al Mónaco con el liderazgo del equipo como meta. Ganó el título de Liga junto a Christanval en el centro de la defensa, pero una lesión de rodilla y la muerte de su padre le afectaron en su segundo año. Al final se le extirpó el menisco externo y recuperó su nivel.

Poco a poco, Márquez empezó a labrarse un futuro en Europa como su gran ídolo Hugo Sánchez. Y además llegó Deschamps para sacarle del centro de la defensa hasta el mediocentro. Aunque su fama como central es mayor, el Barcelona tiene un futbolista capaz de cumplir en dos posiciones clave. Con la etiqueta de Kaiser se le compara en cierta medida al gran Beckenbauer. Una exageración. Pero si la historia nos enseñó cómo el mito alemán empezó en el centro y se retrasó hasta la defensa, en Márquez veremos todo lo contrario. Gran central, mediocentro de lujo. Sobre todo para equipos que pretendan llevar la iniciativa como este nuevo Barcelona. A mitad de temporada Rijkaard habrá tenido la palabra.

LO QUE APORTARÁ

Como central.

Rafael Márquez es un defensor excelente, siempre bien colocado, elegante en su relación con la pelota y en sus movimientos, nunca corre más de lo preciso, lo que le permite aguantar bien los partidos y anticiparse a los atacantes con rapidez. Desde el centro de la defensa dirige y ordena. Tiene la escuela de los grandes centrales que hacen desplazarse a todos sus compañeros de la zaga a la vez, mandando. A veces hace desplazamientos en largo y se incorpora al ataque en algunas jugadas a balón parado.

Como mediocentro.

Desde esa posición en el centro del campo, el mexicano despliega un juego sencillo, con un toque corto y al pie al compañero mejor situado. Lo pasaría muy mal como único mediocentro en algunas fases de los partidos, porque aunque tiene buena técnica, no conduce mucho el balón y tendría que multiplicarse demasiado. Necesita un hombre cerca para apoyarse. Entonces es cuando brilla.