Es Luis16, rey de Ponferrada

Tenía ganas de jugar. Como todos. Aguardaba su oportunidad en el banquillo. Sentado entre el clásico Antonio Feijoó y Micki, el hábil extremeño se mordía las uñas a la espera que Ángel Pedraza, técnico españolista, le mandara irse a la banda a calentar. El momento llegó en el descanso.

Luis, natural de Guadalajara, marchó con once años a vivir a Almendralejo. Siempre soñó con ser el protagonista de un momento así. Normal. Es consciente de que el mundo del fútbol es muy complicado. Sabe que para triunfar uno tiene que esforzarse mucho.

Amante del pop nacional, decidió inspirarse en las baladas de Álex Ubago y de La Oreja de van Gogh para poner música a sus movimientos. La lluvia era persistente, pero no le costó controlar a la perfección un pase de Héctor para perforar la portería defendida por el temido Miguel Ángel Moyà, portero mallorquinista, que también va para figura. Cuando el balón besó la red, Luis no sabía la que había liado. Desde Ponferrada hasta Vilassar, pasando por Argentona y Barcelona, todo el españolismo dio el salto deseado. El gol ponía en justa ventaja al Juvenil A. Pero Luís tenía hambre de gol. Quería más. Así, con el tiempo casi cumplido y en una jugada de habilidad de Joan Tomás, ponía la puntilla final, haciendo bueno el pronóstico del bicampeón Marc Francolí, que antes del encuentro había apostado por un 3-1. Y también el suyo: le había anticipado a Carlos García que saldría en el 10’ de la segunda parte y golearía. Así fue. El Espanyol se llevó a casa la Copa, y Luis, a su Extremadura, el título de Rey 16 (su dorsal) de Ponferrada.