"Asumo el papel de favoritos que nos dan"

å ¿Convencido de la importancia del partido?

—Eso creo.

—¿Sí?

—Claro. Después de tener partidos complicados de Liga y eliminatorias de Copa y Copa de Campeones el equipo quiere disfrutar de este momento. Hay siete u ocho jugadores que acaban etapa de Juvenil y desean hacerlo por la puerta grande. Es normal.

—¿Cree que han tenido la suerte de los campeones esta temporada?

—No creo que sea así. En Liga, ante la DAMM, logramos un gol muy importante en el último minuto de partido, que nos dio opciones a luchar por el título de Liga. Posteriormente, en la Copa de Campeones, pasamos muchas dificultades ante el Athletic y el Atlético. En la final, ante el Málaga, el estado del terreno de juego no nos benefició. Y en Valencia, el pasado domingo, cuando todos nos daban por muertos, ganamos. ¿Suerte de campeones? No creo lo nuestro sea eso.

—¿Es, pues, que se crecen?

—Eso parece. La madurez deportiva del equipo es ahora muy grande.

—¿Le ha cambiado mucho la vida llegando a Sant Adrià?

—Sí. Lo mejor de todo esto es sentirte útil dentro del organigrama del club. Aquí puedo adquirir más experiencia, más formación y más reconocimiento.

—En Mallorca les dan el papel de favoritos...

—Los dos equipos nos conocemos mucho. Si Cazorla lo dice es porque lo piensa. No lo comenta para mofarse. A mi equipo le digo que es el mejor y asumo el rol de favoritos.

—Y de haberse quedado en el Barça, ¿qué?

—No lo sé. Tengo la impresión de que no habría tenido nunca un privilegio así.

—¿Qué pasó?

—Después de conseguir ganar el Campeonato de España cadete, me prometieron que sería el entrenador del Juvenil A. Cuando todo parecía decidido, hubo un cambio en la dirección del fútbol base del Barça. Entró Quimet Rifé, que de golpe y porrazo me mandó al Juvenil B. Ahí se rompieron los esquemas y todo lo que teníamos preparado.

—Y con la Liga y la posibilidad de la Copa, ¿Ha tocado techo en Montjuïc?

—No. Sólo llevo un año en Sant Adrià. El tiempo será el encargado de decir si estoy capacitado para tener éxitos. La acogida y el afecto que me han demostrado en el Espanyol han sido muy buenos. Como digo, el viento favorable ayuda mucho a tener éxitos.