Sainz pagó los reglajes erróneos del Citroën

Eran sólo cuatro tramos, pero a Carlos Sainz le han pasado una importante factura. El madrileño finalizó la corta pero intensa primera etapa del Rally de Chipre en novena posición, a minuto y medio del líder Marcus Gronholm, aunque en cierto modo salvó los muebles, porque tras los dos primeros era nada menos que decimoquinto.

Citroën es el único equipo que no había corrido antes en el lento, bacheado, pedregoso y caluroso rally chipriota, y quizá por ello en el primer bucle les pilló el toro. Ninguno de sus escuderos conseguía inmiscuirse en la pelea por la cabeza y el peor parado fue Sainz, que además era segundo en el orden de salida y le tocaba limpiar la gravilla de los caminos a sus perseguidores.

Ambiente desolador tras las dos primeras especiales, ya que Carlos no sólo había perdido más de minuto y medio, sino que además si no remontaba le tocaría abrir carretera en la segunda jornada. Por eso, decidió cambiar todos los reglajes y utilizar los mismos que le dieron el triunfo en Turquía.

Y en la segunda pasada por los tramos se notó, ya que remontó seis posiciones hasta el noveno, lo que le permitirá salir hoy séptimo, que ya es una buena plaza para la segunda etapa, en la que se cubrirán el doble de tramos (ocho). El problema es que va a tener difícil recuperar hasta la cabeza, aunque todavía puede pensar en una posición de podio si todo sale bien y la dureza del terreno comienza a cobrarse su tributo.

Ayer ya hizo de las suyas, sobre todo en forma de averías en los sistemas de transmisión que retrasaron a los favoritos: los Ford de Markko Martin y François Duval, y los Peugeot de Harri Rovanpera (que iba liderando la prueba) y Richard Burns. Al que por el momento no le ha pasado nada es al intratable Gronholm, otra vez líder.

Dani Solá, por su parte, tuvo un arranque bueno (a falta de un tramo se encontraba en segunda posición), pero la especial final machacó su trayectoria, acabando quinto en Grupo N. Se le rompió el eje trasero derecho de su Mitsubishi y perdía casi dos minutos. Una lástima.