El Barça busca romper su gafe tras ocho fases finales

Por ilusión y participaciones en fases finales de la Copa de Europa, el Barça tendría que ser el rey de títulos del viejo continente. Hasta ocho veces han topado los culés con la misma piedra, mientras que el dicho dice que el hombre es el único que lo hace dos veces. Veremos. La negra historia comenzó en Ginebra (1984), con el mítico Antoni Serra en el banquillo. Sólo cinco años antes el equipo de fútbol había tomado por primera vez Europa, cuando Rexach, Carrasco y compañía conquistaron Basilea tras vencer al Fortuna alemán en la final de la Recopa (4-3). Desde ese momento, creyeron que ganar títulos era coser y cantar, pero el deporte de la canasta les bajó los humos y les puso los pies en el suelo. Con cemento.

Al margen de la finalísima de 1984 ante el Banco di Roma de Larry Wright, los azulgrana han disputado siete Finales a Cuatro, logrado llegar a cuatro partidos decisivos. Y todos con el mismo signo y resultado: la derrota. Por más o menos puntos, pero lo que se dice subir a lo más alto del podio, nunca.

Ginebra, Múnich, Zaragoza, Tel Aviv, Roma, Salónica y París, ésta en dos ocasiones, fueron las ciudades europeas en las que los azulgrana han puesto sus ilusiones por llegar a lo más alto de la Europa baloncestística. Pero en todas siempre apareció alguien que les fastidió, léase Toni Kukoc, David Rivers, Dominique Wilkins o algún que otro árbitro.

Y esa es la baza oculta de los barcelonistas. El pueblo culé tiene la esperanza de que les den lo que algún día les robaron, en caso de que les haga falta. Pero de eso no quieren ni oír hablar los jugadores de Svetislav Pesic. Hicieron dos fases muy buenas, apretando los dientes cuando tenían que hacerlo y disfrutando cuando realmente tocaba. El Barça juega la octava, y espera que llegue, al fin, su primer título.