España defiende su corona europea

Hoy arranca en Italia el cuarto Campeonato de Europa de selecciones. Todos esperan de España lo mejor, incluso ellos, para renovar el título conquistado hace dos años en Moscú. Una responsabilidad bien llevada y en la que sólo sus enemigos tienen la esperanza de que falle para tener alguna opción.

Los vigentes campeones de Europa y del mundo se presentan con un equipo renovado, con ese aire fresco que Javier Lozano ha introducido forzado por dos razones: la primera, el fin de un ciclo de hombres que lo han sido todo (Jesús, Riquer, Paulo Roberto, Lorente...); y segundo, por la irrupción de otros que pedían una oportunidad en la Selección en cada partido de Liga (Merino, Rafa, Álvaro y Óscar Redondo).

Enfrente tendrá a siete rivales que sueñan más con ganar a España que el título. Son conscientes de que una cosa puede llevar a la otra si el partido es clave. Pero también saben que nuestro modelo es el suyo y que nosotros lo representamos con eficacia y competitividad.

El peligro de Portugal. Quizá por eso el torneo ya comenzó antipático para los nuestros en el sorteo en el que partíamos como cabezas de serie: tendremos que medirnos a tres rivales capaces de plantarse en la final. Un grupo terrible con un debut peligroso ante Portugal.

Históricamente los lusos han sido un rival demasiado fácil para España (10 jugados, 10 ganados), pero esa experiencia negativa los convierte en doblemente peligrosos. Por un lado, porque Portugal es uno de los equipos europeos que tácticamente más han avanzado; y por el otro, porque tienen demasiado que ganar.

Pero hay algo más, nos conocen con los ojos cerrados porque nos han estudiado a fondo, aunque se les escapa la pócima mágica que desvele la manera de anular esa teórica superioridad.

Completa la jornada de nuestro grupo el partido entre Ucrania, subcampeona de Europa, y Bélgica. Una buena referencia para los españoles, que sabrán en qué estado llegan ambas. En el otro grupo, Italia tendrá un arranque plácido ante La Cenicienta del torneo, Eslovenia, mientras que Rusia tendrá que demostrar ante Chequia que sigue siendo una gran potencia.