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Automovilismo | Mundial de rallies

El Rally de Turquía depende de la guerra

Nadie quiere ir a competir a 300 kilómetros de Irak

Era la novedad del año, y se ha convertido en la prueba de la controversia. El Rally de Turquía, tercera prueba del Mundial, que debería disputarse entre el 28 de febrero y el 2 de marzo, está en manos de George Bush. Si Estados Unidos ataca a Irak, se anulará, ya que Antalya, la localidad sede de la competición, está situada a tan sólo 300 kilómetros de la frontera norte del país de Sadam Husein.

El problema es grave, ya que sólo Bush y sus más cercanos saben si van a atacar y cuando, pero el operativo de los equipos debe moverse esta misma semana si quieren llegar a tiempo. Y ahí se están topando con los primeros contratiempos, ya que las compañías navieras son reticentes de enviar sus barcos a una zona que puede convertirse en un polvorín.

Y no sólo temen que se vean afectados por algún bombardeo, sino también que se puedan quedar bloqueados durante meses sin poder recuperarlos, con el trastorno que ello conllevaría. La fecha límite para el embarque en el puerto italiano de Savona es el próximo día 15, y los analistas hablan de que el ataque no comenzará hasta el 17, en espera de que finalice la peregrinación a La Meca.

Ni equipos ni pilotos quieren tomar semejantes riesgos, pero la Federación Internacional se mantiene en sus trece. "Aquí no hay ninguna guerra, y el rally se hará mientras ésta no estalle", dijo David Richards, patrón de la competición, a unos y otros.