NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Rallys | Campeonato del Mundo

Sainz un madridista en el rally más blanco

El piloto español de Citroën es un especialista en la conducción sobre nieve y también un seguidor incondicional del Real Madrid: "El club está volviendo a ser lo que era: un club señor, la referencia".

<B>BIEN INFORMADO</B>. Sainz  posó para AS en Suecia con la camiseta del Madrid.
pipo lópez

En el rally blanco por excelencia, Carlos Sainz, madridista hasta la médula, es el piloto no nórdico con mejor palmarés. ¿Coincidencia? Quizá, ya que además es la prueba que más le gusta del calendario, y la que mejor se ajusta a sus inquietudes futbolísticas por afinidad de colores. "Siempre he estado orgulloso de ser del Real Madrid", asegura el bicampeón sin reticencias.

"Además, ahora que los resultados acompañan, pues todavía es mejor", reconocía Sainz antes de tomar la salida en el Rally de Suecia, en el que desde hoy buscará un nuevo podio. "Pero, a pesar de que las últimas temporadas han sido muy buenas, un equipo no puede ganar año tras año. Este próximo mes va a ser muy importante, y espero que no pierda el tren de la Liga y que en la Champions también se pueda asegurar el siguiente paso. El club está volviendo a ser lo que era: un club señor que marca las diferencias, una referencia. Y ahora están volviendo a hacer las cosas como se deben de hacer, con unos jugadores de gran prestigio en su plantilla".

Aficionado de siempre

Y su afición viene de lejos: "Voy al Bernabéu desde que tengo uso de razón. Cuando era un niño me asustaba la gente y los gritos. ¡Cómo se enfadaban! ¡Qué barbaridad!". En todos estos años ha entablado relación con varios jugadores: "Me une gran amistad con Ricardo Gallego, Míchel o Martín Vázquez, pero también conozco a Butragueño y a casi todos los jugadores importantes de los últimos años. Al último que conocí fue a Zidane en un programa de Telemadrid en el que coincidimos".

Para él fue un momento importante "hacer el saque de honor en un partido en el Bernabéu". "Es emocionante porque sentí el calor del madridismo, de mi gente. Para mí fue un orgullo, al igual que me concedieran la medalla de oro y brillantes del club. Pero me considero un seguidor más a pesar de ello".

"Cualquiera que sea del Madrid y le guste el fútbol, alguna vez ha soñado con jugar con ellos. Ser titular del Madrid y jugar en sus filas, tiene que ser muy bonito... pero yo estoy orgulloso de lo que soy y de lo que he conseguido, porque he podido alcanzar mi gran sueño", reconoce el madrileño, que no duda en bromear que "antes que piloto o jugador de fútbol, preferiría que mi hijo Carlitos ganase el Master de Augusta de golf". Por el momento, ya no discute tanto de fútbol dentro del coche, ya que su nuevo copiloto, Marc Martí, aunque es del Barça, no es muy aficionado, al contrario que su anterior compañero, Luis Moya, que era forofo del Depor y seguidor culé.