Clemente: "Ni comí, ni comeré con Antic"

"Ni he comido, ni comeré con Antic. No voy a comer con nadie que no sea mi amigo y que no haya elegido. Sólo pienso en el Espanyol. No estoy para hacer paripés con nadie. Además, en mi contrato no se me obliga a ir a ningún lado, así que nadie me pida hacer nada extraño". Lo dijo Javier Clemente ayer en Montjuïc, después de preguntarle por sus relaciones con el nuevo entrenador del Barcelona, Radomir Antic. Es tradición en Barcelona que, antes de un derby, los técnicos de Barça y Espanyol posen y coman juntos. Pero hubo más: "Si voy a comer y no estoy a gusto, igual me sienta mal. Quiero disfrutar cuando como. Además, he estado viviendo en tres etapas en esta ciudad, así que conozco mucho mejor que Antic los sitios gastronómicos de Barcelona; los lugares tranquilos y pequeños, de esos en los que se disfruta".

Visto y oído al de Barakaldo, queda claro que las relaciones entre el vasco y Antic no se pueden considerar como buenas. Ni mucho menos. La polémica viene de lejos. En el 97, cuando todavía era seleccionador, Clemente fue la mano inocente de un sorteo de Copa. Antic, al que no le gustó el resultado del emparejamiento que le tocó al Atlético, su equipo por entonces, insinuó algo así como que el sorteo había sido amañado. El vasco no se cortó y le contestó con contundencia: "Está gordo. No sé si por el alcohol o la cerveza. Puede comer menos y trabajar más". Antic le demandó y le saco dos millones de pesetas. Incluso Gil, que entonces defendía a muerte al yugoslavo, atacó al vasco.

A Clemente no le gustó y ahora quiere venganza deportiva. El derby se disputará la semana que viene, después de la visita que el Espanyol rendirá el próximo domingo a la Real Sociedad. Clemente intentó, a pesar de sus primeras declaraciones, enfriar el ambiente: "Los partidos entre equipos de la misma ciudad son especiales y el ambiente es importante. Lo que pido es que las dos aficiones se respeten mucho, ya que lo único que deseo es que haya paz y tranquilidad".