"En Mendizorroza recibí una lección"

Dicen que en la vida uno aprende de los golpes que recibe. Alfredo Argensó se dio uno muy duro el mes de noviembre de 2001, cuando el equipo entonces entrenado por Paco Flores visitaba Mendizorroza. El portero, que jugó infiltrado por una lesión en el dedo gordo de su pie izquierdo, no pudo controlarse ante la provocación del central internacional Óscar Téllez. Sin pensarlo le arreó un puñetazo en la espalda, con la consecuente tarjeta roja y el consiguiente penalti que, a la postre, serviría para que los jugadores vitorianos cogieran la senda de la victoria en un partido que se le había puesto favorable a los españolistas.

"Llegaré hoy a Vitoria con ganas de venganza, pero deportiva. Me hizo mucho daño todo lo que sucedió aquel día, pero ya he aprendido la lección", explicó Argensó ayer a AS.

Hasta el momento, el portero ha jugado casi todos los partidos de la temporada (sólo se ha perdido tres: Madrid, Pamplona y el último frente al Valladolid). Eso es debido a la confianza que depositaron en él los dos ex técnicos que ha tenido el equipo hasta el momento, Juande Ramos y Ramon Moya. En él vieron que el chico había madurado mucho, y que está capacitado para defender la meta españolista. "Siempre digo que me ha costado mucho llegar hasta aquí, y lo que deseo es jugar. Pese a todo, reconozco que la temporada pasada, después de jugar en Mendizorroza, me encerré y razoné sobre todo lo que había sucedido. Me prometí cambiar, y creo que lo he conseguido. Además, tengo la sensación de que la grada está más tranquila cuando juego", razona el portero, que hasta mañana no sabrá si recuperará la titularidad.

Después de que el equipo no haya levantado cabeza en lo que va de campeonato, el portero tiene la plena confianza de que las cosas se arreglarán y estarán en la zona tranquila, una vez acabe el campeonato. "Hay equipo para estar más arriba. Después de un inicio con muchas dudas, el miedo se apoderó de nosotros, pero no hay que sufrir porque saldremos de esta", dice con rotundidad.

La situación es complicada, pero con la confianza que lo dice Argensó parece más fácil.