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Fútbol Sala | La Liga

Bronca por celebrar un gol a lo Riquelme

Anderson enfadó a hinchas del Barça por llevarse las manos a las orejas

M. PRIETO

El brasileño Anderson es un jugador potente y técnico, pero también provocador. En el encuentro que el Carnicer Autoexpert, su equipo, jugó el sábado en el Palau Blaugrana ante el Barcelona, el excéntrico jugador imitó al azulgrana Juan Román Riquelme cuando apuntilló a los blaugrana con el tanto que suponía el 4-7. En ese momento, se dirigió hacia los seguidores radicales de Dracs Barça y se engatilló las orejas a lo Riquelme para celebrar un gol marcado desde 25 metros.

Eso fue tomado como una provocación por los aficionados y la emprendieron a patadas y puñetazos con el banquillo del equipo madrileño, recubierto de metacrilato. La sal la puso la seguridad del Palau, los Barna Porters, que se quedó sin reaccionar cuando el grupo de exaltados corrió hacia el túnel de vestuarios persiguiendo al jugador aunque sin llegar a él.

El altercado se quedó en gritos de "España se cabrea". Y se quedó ahí por la sabia decisión del cuerpo técnico del cuadro madrileño, que retiró al internacional brasileño de la pista para que no se caldeara aún más el ambiente.

El más amonestado. Anderson, considerado como el jugador universal del equipo madrileño, es una máquina en todos los sentidos. Su explosividad le convierte en el jugador que ha visto más tarjetas amarillas en esta temporada, siete en los nueve partidos que ha jugado, todos ellos como titular. El brasileño es un jugador de sangre caliente al que no le gusta perder y por eso no duda en poner la pierna dura en defensa de sus intereses. De ahí que tenga el dudoso honor de ser el jugador más amonestado de toda la Liga.