Cataluña, en las manos de Terrassa y Palamós

Cenicientas del fútbol regional. Así se suele calificar a esos equipos de categorías inferiores con los que nadie contaba y que de repente pasan ronda en la Copa del Rey y se hacen un hueco en la atención informativa más allá de su ámbito territorial. Este fue el caso, por ejemplo, del Figueres la temporada pasada, que alcanzó las semifinales. Este año, sólo se ha disputado una eliminatoria, pero ya hay indicios para pensar en cuáles son las revelaciones entre los catalanes: Palamós y Terrassa.

Tanto gerundenses como egarenses escribieron el pasado miércoles una página de oro de su historia, al clasificarse para dieciseisavos aplicando un duro correctivo a sus respectivos rivales, Elche y Levante.

El Palamós del presidente-entrenador Dimitri Piterman, recién ascendido a Segunda B (donde aún no ha ganado ningún partido), vapuleó a todo un Segunda como el Elche de Julián Rubio, al que hizo lo que quiso, lo que mostraba el marcador final del Municipal: 6-1.

Por su parte, el Terrassa infligió un duro correctivo al Levante, un equipo de su misma categoría (Segunda A) que a priori cuenta con jugadores más experimentados. El resultado final, un 2-0 para los egarenses, fue incluso engañoso, ya que el conjunto que entrena Miguel Álvarez fue muy superior en todo momento, sobre todo hasta el minuto 65, con lo que pudo haber endosado una goleada mayor a los valencianos, de no haber sido por la falta de remate.

Con todo, las eliminaciones de Barcelona, Espanyol, Gramenet y Nàstic provocaron que, tras sólo una eliminatoria disputada, Palamós y Terrassa sean los dos únicos representantes catalanes en la Copa del Rey. De momento, están en dieciseisavos de final. El techo, como ocurre en estos casos, es una incógnita. Lo que está claro es que si juegan como ante Elche y Levante, pueden llegar muy lejos. El tiempo dirá.