Manninger se fue y ya está en Londres

Alex Manninger voló, ya no está en Barcelona. Tras una intensa jornada de reuniones entre su representante, Faifalz Kashmirin, y Josep Lluís Marcó, director general del Espanyol, el guardameta abandonó la ciudad condal a última hora de la noche con destino a Londres, ciudad donde se ubica su anterior club, el Arsenal. Manninger hablará ahora con la directiva de los gunners para aclarar su futuro deportivo. Lo que está claro es que éste no se desarrollará ni en el club londinense ni tampoco en el Espanyol, que le pagará una indemnización pero ni un euro de su contrato. Se cierra así el que se había convertido en el culebrón del verano.

En la tarde de ayer, Marcó declaró que la intención del club no era rescindir su contrato, aunque "si quiere seguir aquí, ya sabe que no será titular, como pretendía". El directivo también afirmó que "el interesado en abandonar el club es él". Sin embargo, Manninger declaró unos minutos más tarde que "mi intención ha sido siempre quedarme en el Espanyol, y no es problema mío, sino de los clubes, si las formas de pensar de algunos varían", apostilló. Tras este cruce de declaraciones, Marcó, Manninger y Kashmirin se reunieron en un hotel de Barcelona para acercar posturas, objetivo que lograron bien entrada la noche. La intención de ambas partes era la de buscar la mejor solución sobre su futuro, y en todos los casos éste se ubicaba fuera de Montjuïc. Por su parte, el técnico perico, Juande Ramos, no se quiso pronunciar al respecto tras el partido en Figueres, y emplazó a los medios a esta mañana, en la presentación del Ciutat de Barcelona. Pero había un tercer agente en juego, el Arsenal, que no llegó a enviar el pase a las oficinas blanquiazules, de modo que el jugador tomó el último avión de ayer con destino a Londres para trasladar sus intenciones y las del Espanyol al club londinense, que también colaborará en buscarle una salida.

El caso había adquirido dos vertientes. Por un lado, deportivamente no había rendido lo que de él se esperaba. Y en lo económico, más problemas. Fichó por el Espanyol cuando aún le quedaba un año de contrato con el Arsenal, lo que propició que el tránsfer no llegara. Según fuentes del club perico, la intención del club inglés era que la liquidación del austriaco fuera sufragada a partes iguales por Arsenal, Espanyol y jugador, algo que no interesó ni al portero ni al Espanyol. Aclarado todo, los pericos buscarán la forma más correcta de indemnizarle por los servicios prestados, al tiempo que le agradece su comprensión.