Hubo leña y teatro

De todo un poco. La verdad es que todas las partes implicadas tienen razón al defender sus posturas, pero destilan algo de hipocresía al contar la verdad a medias. En el partido del domingo en Mendizorroza hubo mucha leña. Los golpes recibidos por Gallardo o Reyes no son frutos de la inmolación personal. Nadie se pega cabezazos contra un cartel para demostrar que le han zumbado.

También es cierto que el Sevilla aprovechó que el río Zadorra pasa por Vitoria para exagerar y teatralizar lo que se estaba escenificando en el campo. Es literalmente imposible que, durante un partido, el mismo se detenga cerca de cuarenta minutos porque en unas veinte ocasiones hay jugadores tumbados en el campo. Es más, hay testigos presenciales de que, tras el choque, la obra continuó y Joaquín Caparrós le indujo a Gallardo a dejar una bolsa en el suelo tras comentarle: "Tú deja ese peso y haz que cojeas".

El Alavés se encontró con la horma de su zapato el día que defendía el liderazgo en casa ante su afición. El Sevilla jugó con inteligencia, recibió grasa y, en ocasiones, también exageró porque le convenía parar el juego. Y es que si al Alavés le cortas el ritmo, ya tienes ganado medio partido. Y eso es algo que conocía perfectamente Caparrós y que el conjunto hispalense aplicó a la perfección el domingo.