Copa del Rey | Real Madrid
La soledad de Zidane
Echó de menos a su amigo Makelele, estuvo pensativo y quizás solo juegue media parte
Zinedine Zidane fue la estrella del Madrid al llegar a Fuerteventura. En este viaje al francés se le ha visto más solo que de costumbre. Se encontró extraño en una convocatoria donde faltaba su confidente Makelele y algunos de sus mejores amigos de la plantilla. Ya en Barajas, Zizou no habló con nadie. Leyó una revista, miró a su alrededor, pero no entabló conversación con nadie.
Los canteranos por un lado. Morientes, Casillas y Munitis, por otro. Macca y Solari, con sus bromas. El crack estaba meditabundo, quizás preguntándose si estaba en el lugar que le correspondía.
No viajaron Raúl, Figo, Hierro, Helguera, Roberto Carlos, y tanto canterano le dejó un poco despistado. Pero sobre todo a quien más echó de menos fue a Makelele. En el avión compartió asiento con McManaman y los dos devoraron libros en las casi tres horas de vuelo.
Zidane estuvo muy pensativo. Hoy tiene que dar la cara en un partido para el que Del Bosque ha dado descanso a Hierro y Raúl. Lo probable es que Del Bosque le utilice solo un tiempo, para tenerle fresco en el partido de Liga contra el Alavés.
La llegada del Madrid a Fuerteventura fue tumultuosa. Más de 300 personas esperaban la llegada de sus ídolos. Tener a menos de un metro al mejor jugador del mundo no es algo cotidiano. "Zizou, mírame, mírame. Un autógrafo, por favor". Julio Cendal, jefe de seguridad del Real Madrid, no permitió que nadie se acercara al centrocampista francés. Hubo medidas excepcionales de seguridad tanto en el aeropuerto como en el entrenamiento.
La llamada operación 'Niñera blanca' para custodiar a la expedición blanca fue realmente espectacular. Cada jugador fue conducido por dos guardias civiles hasta el autocar, y el vehículo fue escoltado por varias unidades policiales hasta el hotel. Allí, dos guardias civiles en la puerta y una docena de policías secretas lo vigilaron todo. Hoy la seguridad se incrementará. Habrá 60 guardias civiles y más de 30 policías municipales. En Pájara, la visita del Madrid de Zidane ha convertido la isla en una fiesta.