Port Aventura esquiva otra vez a Freire

Port Aventura privó por segundo año consecutivo de un esprint al cántabro Oscar Freire (Mapei) en la decimotercera etapa de la Vuelta ciclista a España, Andorra-Universal Estudios (206 kilómetros), que se apuntó el suizo Beat Zberg (Rabobank), el más rápido de una fuga de nueve corredores que escapó al marcaje de los equipos con velocistas.

El parque lúdico era la meta a la que nunca llegó el ex jersey arco iris en 2000, retirado en el transcurso de esa jornada por su mal de espalda. De nuevo puso Freire una cruz en su libro de ruta para alcanzar esa victoria que se le escapa. Pensó el de Torrelavega en triunfar en su tierra, pero una escapada le birló la ilusión en el velódromo bautizado con su nombre.

Pensó igualmente en superar el cierzo aragonés para adelantar en la llegada al alemán Erik Zabel, aunque un sorpresivo demarraje de Igor González de Galdeano le dejó en ascuas. Creyó que si franqueaba la cordillera pirenaica, si escalaba en el anonimato La Molina, Pal y Ordino-Arcalís, su oportunidad le llegaría en el parque lúdico.

En cambio, el perfecto relevo de nueve fugados Igor Flores (Euskaltel), Zberg, Virenque (Domo), Baranowski (ibanesto.com), Díaz Justo (ONCE-Eroski), Guillamón (Jazztel), Sgambelluri (Telekom), Giunti (Cantina Tollo) y García Calvo (Relax-Fuenlabrada)- desde el kilómetro 100 le dejó una vez más las puertas.

Cuando la renta de los escapados se disparó (5:40) el Telekom, Mapei y Maia colaboraron para repartirse el premio. Iniciaron la persecución a 50 kilómetros para la meta, pero les faltaron 35 segundos.

Acosados por el aliento del pelotón la concordia se fracturó en la escapada. Virenque emprendió su resurrección en las puertas del parque temático de Salou. El gesto bastó para enseñar el camino correcto a otros, como Pantani, que buscan su redención tras cumplir un largo parón involucrado en asuntos de dopaje. El francés se presentó en la salida de Salamanca para testar su estado. Si estaba bien, seguía tres años más. En caso contrario, se planteaba dejarlo.

"ATACO, LUEGO EXISTO"

No asomó el quíntuple triunfador del jersey de topos rojos del Tour en su especialidad de la montaña. Pero sí dejó su sello de raza. "Ataco, luego existo", quiso decir el galo crucificado por el 'caso Festina'. Su arranque dio lugar a una serie más de saltos en una nueva jornada enloquecida. 55,100 kilómetros en la primera hora. Más de media hora de adelanto en la llegada.

El español más veloz de los adelantados, Igor Flores, protagonizó dos tentativas. La última, en la recta decisoria, le sirvió a Zberg para coger su rueda y rebasarle. Freire rebuscó argumentos en una nueva ocasión desperdiciada. "La etapa era muy larga. Estaba más o menos claro que llegaría una fuga, era difícil de controlar", se excusó.

Con Zberg festejando su victoria, Zabel volvió a asomar su rueda por delante de Freire. Pero el talentoso español pareció no haber querido vaciarse por un galardón menor. Hoy ya sólo piensa en la retirada para preparar su asalto al jersey multicolor el próximo 14 de octubre en Lisboa. Precisamente hoy el seleccionador Francisco Antequera dio en Port Aventura la lista de preseleccionados.

Están Sevilla y Casero, quienes hoy se apartaron de los focos para reservar fuerzas ante la próxima cita en Aitana. Por en medio la carrera da mañana otra oportunidad a los esprinters. Puede ser la postrera para un Freire que se marchará a casa a entrenarse y disputará la París-Tours como ensayo previo al Mundial.

Quedó el enorme gesto de Zberg, el hermano de Marcus, que donó el premio de la etapa (510.000 pesetas) a los damnificados por los ataques terroristas de las Torres Gemelas y Washington. Resultó otro símbolo de la humanidad que derrochan los ciclistas.