Tres horas en bus, padres sin entradas, la piscina lenta… La otra cara de los Juegos de Marchand
“Las condiciones de los deportistas son peores que en un campeonato del mundo”, lamentó el presidente de la RFEN, Fernando Carpena, quien también habló del futuro de Hugo González.
Detrás del ‘glamour’ con el que La Défense Arena se llenaba en cada sesión, fuera matinal o vespertina, y el fervor con el que se celebraron los cuatro oros del ídolo Léon Marchand, la ya clausurada natación en línea de los Juegos de París 2024 ha comportado las quejas de numerosos nadadores. Y a algunos, los españoles, les pone voz el presidente de la Real Federación Española de Natación (RFEN), Fernando Carpena, quien compareció en la Casa de España para hacer balance de la actuación estatal pero también para atender cuestiones concretas.
Se le requirió a Carpena sobre la circunstancia de que los padres de Hugo González no tuvieron acceso a sendas entradas para las dos finales que nadó su hijo, los 100 y 200 espalda. “Sus padres han tenido las mismas entradas que tiene cualquier deportista”, aclaró el presidente, quien explicó que “todo el que pasa de las preliminares a las semifinales, y luego a la final, tiene derecho a una entrada, porque es una competición ‘prime’, que debe adquirir el propio deportista cuando se clasifica, son las normas. Nosotros ofrecemos otras, pero no son el mismo sitio. Y, junto al Comité Olímpico Español, tratamos de resolver la situación pero hasta donde podemos”, lamentó.
Y ahí es donde Carpena criticó que “en la competición más relevante que existe a nivel mundial y que es cada cuatro años, las condiciones de los deportistas de alto nivel son peores que en un campeonato del mundo. Allí no tenemos limitaciones en técnicos, equipo de apoyo, habitaciones, entrenamientos, desplazamientos… Y aquí te tienes que adaptar a algo que es un mito, los Juegos Olímpicos”, proclamó.
“La universalidad baja el nivel de la competición”
“Recibimos quejas de que hay demasiadas colas en las comidas, y los desplazamientos de los nadadores eran del orden de 45 minutos por trayecto, en autobuses sin aire acondicionado ni garantía de estar sentados. Los que competían por la mañana y por la tarde se tiraban tres horas al día en unas condiciones que no son las ideales, y algunos días con mucho calor”, recitó el mandatario, quien aseguró que “la elite está protegida, pero no el siguiente escalón”.
“Fue el caso de Jéssica (Vall), que se quedó a dos centésimas (en los Trials para acceder a los Juegos) en una prueba en la que casi no había ni 16 nadadoras, porque había que dar cabida a los relevos y a la universalidad. Hay más de 200 países, de los que unos 80 se ganan su derecho, lo cual baja el nivel de la competición”, afirmó.
Lógicamente, también se refirió Carpena a la manida profundidad de la piscina olímpica, “una situación que nos ha pillado de sorpresa a todos. Hablando con el director ejecutivo de World Aquatics, me dijo que ellos solo han participado en cuestiones técnicas sobre el desarrollo de la competición, ni el ‘look’ de la piscina ni otras operaciones. La profundidad está dentro del límite que marca el reglamento, aunque los nadadores prefieren 2,50 (ésta ronda los 2,17 metros). La realidad es que se han batido pocos récords del mundo. Eso significa algo”, dejó caer.
“Hugo tiene que liderar este equipo de futuro”
Sobre el balance de la participación española, admitió el presidente de la RFEN que esperaba “que Hugo se acercara un poco más a las medallas” pero se mostró generalmente “satisfecho”, en un equipo con 15 de los 18 nadadores debutando en unos Juegos. “Es un equipo de futuro, que Hugo tiene que liderar. Hemos tenido una pequeña reunión con una idea muy clara: hay que consolidar a este equipo muy joven, con una media de edad de 20 años. La estrategia está obteniendo resultados y así seguiremos el próximo ciclo”.
Será con Hugo ya de vuelta de Estados Unidos. ¿Dónde? “Suponemos que tiene que llegar a un acuerdo con un club. No sé si seguirá entrenando en el Canoe, como hace cuando viene a España. Oímos muchas cosas pero no podemos entrar en un terreno que es muy personal suyo. Lo que queremos es que, en la medida de lo posible, recale en un club que nos dan garantías, porque apoyan a la natación. No me cabe la menor duda de que él quiere seguir”, remachó.
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