¿Por qué se perdió Carolina Marín los Juegos de Tokio y qué lesiones graves ha sufrido?

En los Juegos Olímpicos de París, Carolina Marín perseguirá el oro que no pudo luchar en Tokio debido a su segunda lesión grave de rodilla. A las puertas de la cita japonesa, la española se rompió el ligamento cruzado y los meniscos de su rodilla izquierda. Fue en mayo de 2021, durante un entrenamiento. “Tiene la pierna apoyada y ella gira en medio de un ejercicio guiado, persiguiendo un lob (globo) cruzado. Cambia el apoyo, hace una rotación y se le va”, describió su fisio, Carlos de Santos, en AS. Antes, en enero de 2019, ya se había roto el cruzado de la rodilla derecha.

Pese a todo, Carolina no se rindió. Nada más sufrir su segunda lesión, se puso a trabajar para estar en París. “Empezamos a trabajar el día después y, a los dos días, ya se opera. Fernando (Rivas, el entrenador), además, es un hombre que siempre mira hacia adelante. A ella, le pone ejercicios de inmediato para que no pierda mano o muñeca... y nos empuja al resto. El preparador físico empezó a plantear ejercicios con la pierna sana. Yo, con un trabajo más antiinflamatorio y de pequeña movilidad pasiva”, completó De Santos.

Carolina volvió a la acción en abril de 2022, en los Europeos de Madrid, que terminó conquistando. La campeona olímpica, sin embargo, jugó con dolor en la rodilla izquierda hasta diciembre de ese año. Tras infiltraciones y quitar líquido, después de tocar “muchas teclas”, fue clave un cambio de las plantillas para los pies. En el proceso, fue vital Manoli, la médico del Consejo Superior de Deportes, al lado de la onubense desde que esta tenía 15 años. Junto a ella, fueron indispensables los propios Carlos de Santos y Fernando Rivas junto a Guillermo Sánchez (preparador físico) o María Martínez (psicóloga).

Desde que desapareció el dolor, de hecho, la psicología ha sido vital. María estructuró el trabajo de los meses de recuperación en tres ejes: el desarrollo de la paciencia, el control de la frustración y el autoconocimiento del cuerpo. En el camino hasta París, han sido herramientas muy importantes para Carolina. En los Mundiales del año pasado y en los cuartos de final de los Europeos del presente, por ejemplo, la onubense notó “algo raro” en la rodilla. Pese a ello, tras espantar fantasmas y comprobar que todo estaba bien, continuó en ambos para colgarse una plata y un oro, respectivamente.

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