Los Hispanos saben correr

A Los Hispanos casi se les atraganta el desayuno en su debut en los Juegos. El almuerzo, sin embargo, fue placentero. España demostró espíritu de supervivencia y aunque Eslovenia, país con tremendo espíritu competitivo, les hizo sudar, sacó el estreno adelante (25-22). Un robo y contragolpe de Daniel Fernández a poco más de un minuto para el final (24-21) terminó de cerrar un partido sufrido y largo, que hubo que trabajar bien.

Los Hispanos escaparon bien a la ansiedad y supieron tener pulso. Ayudó ese angelical 43% de efectividad de Gonzalo Pérez de Vargas bajo palos. También los siete goles de Aleix Gómez, infalible desde los siete metros y devastador en las transiciones. Y, por supuesto, el ardor guerrero de Maqueda y los arrebatos de los Dujshebaev. El triunfo da tranquilidad a España en su viaje por el grupo A.

El partido, sin embargo, deja lecturas para analizar con calma en la Villa. Los Hispanos colapsaron en la primera parte. Sólo marcaron ocho goles, apenas dos desde nueve metros. Ferlin paró caso todo y los de Zorman fueron cogiendo moral hasta el punto de irse 8-11 al descanso. Jordi Ribera intentó tocar alguna tecla en el vestuario local del hall 6 del South Paris Arena.

El partido tuvo un punto de inflexión entre los minutos 37 y 39. Entonces, los Hispanos aprovecharon una superioridad numérica con un parcial de 3-0 que empató el partido (14-14), liderado por Aleix y esa garra contagiosa de Maqueda, durísimo atrás, líder cuando se le necesitaba. Eslovenia se resistió, pero empezó a dar síntomas de cansancio y los Hispanos lo aprovecharon para correr (7/7 en contragolpes por ningún gol de transición esloveno). El partido se puso cuesta abajo en los últimos minutos. Alex Dujshebaev sacó la varita mágica para hacer un gol esencial (22-20) y Eslovenia, de una vez por todas, sacó bandera blanca después de competir como pocos expertos esperaban. Feliz almuerzo, Hispanos.