Los Ángeles 2028 ya esperan a Daniela y Tania, el futuro
Las españolas (22 años) caen en cuartos (doble 21-18) frente a las canadienses Humana-Paredes y Wilkerson, séptima pareja del ranking.
Acabaron en París. Pero ya se las espera en Los Ángeles 2028, los que de verdad deben ser sus Juegos. Daniela Álvarez y Tania Moreno, 22 años ambas, se marchan con un diploma en los cuartos de final pero con aroma de pareja grande. De futuro, como ya anunciaron el año pasado quedando subcampeonas de Europa. A los pies de la Torre Eiffel, que ejerció de testigo de su crecimiento estos días, fueron derrotadas por las canadienses Melissa Humana-Paredes y Brandie Wilkerson, quintas en Tokio 2020 y una de las grandes parejas del circuito por un doble 21-18.
Las españolas no estuvieron lejos de dar la campanada ante las canadienses, séptimas del ranking. En el primer set, Álvarez y Moreno comenzaron lentas (3-5), pero enseguida espabilaron para empatar 5-5. E incluso para adelantarse con 9-8 forzando el saque para dificultad las recepciones de las rivales y construyendo bien su ataque. Pero, sobre todo, la fuerza de Wilkerson terminó decantando la manga.
En la segunda, España llegó a ir por delante hasta el 7-5, obligando a las canadienses a pedir un tiempo muerto. Con 8-5, recibieron un parcial de cuatro puntos con errores propios y con una mejor defensa de Melissa y Brandie, el partido se decantó al segundo de los tres puntos de partido que se procuraron.
“No es fácil llegar a unos Juegos y cuando estás cerca, tienes que aprovecharlo. Nos decantamos por objetivo de París sin pensar en el futuro y ha salido bien”, resumió Tania. “Ha sido especial haber mostrado al mundo quiénes somos y que haber jugado en un sitio tan icónico como la Torre Eiffel traiga más fans”, expresó Daniela.
Moreno y Álvarez llevan jugando juntas desde los 15 años y forman parte del equipo de la Universidad Cristiana de Texas (TCU), en Estados Unidos, pero este año aparcaron su experiencia para meterse en los Juegos y la participación de la pareja número 16ª del ranking no ha sido anecdótica. La primera estaba predestinada al vóley playa (es hija de la exjugadora Olga Matveeva y el técnico Juan Manuel Moreno). La segunda, dejó el tenis para marcharse a la concentración de la selección en el CAR de Los Alcázares (Murcia), cuando un técnico vio su potencial. Juntas, han empezado a escribir su camino olímpico.