Llull, con AS: “Que mi físico esté bien me permite ser yo mismo”

Sergio Llull (15-11-1987), más de 170 internacionalidades con la Selección, hace el último estiramiento antes de sentarse a hablar unos minutos con AS en la sala de entrenamiento Maurice Herzog, en Marcq-En-Baroeul, un barrio aledaño a Lille. Lleva quince años en La Familia. Cerca de los cien partidos esta temporada entre el Madrid y España, y aún en pie cerca de sus 37 años, pocos como el balear para enmarcar este España-Canadá grande de Juegos, pero también para hablar de los excesos del calendario. Su corazón guía a los de Scariolo.

Para usted, esto empezó hace quince años, en 2009, en una concentración a la que acudió como invitado con Saúl Blanco, Guille Rubio, Carlos Suárez, y se acabó quedando. Y aquí sigue. ¿Cómo lo recuerda?

Como una oportunidad única. Con la mala suerte de que Berni estaba lesionado y no podía acudir a la Selección. Había una plaza libre. La iba a coger uno de esos cuatro jugadores…, y hasta día de hoy.

Curiosamente, el entrenador entonces ya era Scariolo. Y uno de sus ayudantes, Chus Mateo, hoy su entrenador en el Madrid. ¿Cómo era ese Llull?

Un jugador muy joven. Con muchísima energía, que intentaba jugar como ahora, al cien por cien. Y hacer lo que el entrenador le pedía. Exactamente igual que ahora.

Después del partido contra Grecia, decía que una de las claves de las dos grandes actuaciones que ha tenido en estos Juegos era el físico. ¿Cuánto tiene que ver en la confianza?

Muy importante. Siempre he dicho que si el físico está bien, me permite hacer diferentes cosas en el campo y ser un poco yo mismo. El día que las piernas funciona menos, me cuesta más. Es ley de vida. Cuando vas cumpliendo años…Pero como dije el otro día, hay que aprovechar que estoy bien.

Diferente al año pasado. Contra Canadá, en el partido decisivo, apenas jugó seis minutos. Tal vez no llegó en la mejor condición…

Sí, llegué bien. Lo que pasa que me dieron un golpe en el partido anterior y tenía una pierna que no funcionaba con ese golpe en el gemelo. Lo intenté, pero no había manera de ayudar al equipo. Jugué poco, eso es lo que pasó.

¿Qué ha ido mejorando para cuidar su físico y alargar la carrera?

Bueno. Vas cambiando cosas. Cogiendo unas rutinas diferentes, haciendo más hincapié en el cuidado del cuerpo que cuando era joven.

Ha jugado miles de partidos como este de Canadá. ¿Qué cosas hay que hacer y, sobre todo, qué no deben hacer?

Tenemos que ser valientes e inteligentes. Jugar concentrados, llevar bien el plan de partido que tenemos y si haceos eso competiremos y tendremos opciones. Luego se verá porque ellos tienen mucha calidad, un equipo muy físico, con jugadores NBA.

Y a los de fuera igual les toca más trabajo con Murray, Shai, Barrett…

Su línea exterior es de vértigo. Son megaestrellas de la NBA. Va a ser difícil pararlos pero es un trabajo de equipo. No sólo pasará un jugador por ellos, sino que tendremos que estar pendientes y sacrificarnos.

Más allá del golpe del otro día, ¿cómo están siendo estos días con Rudy en los que ya sabe que se va? ¿Son raros, emotivos? Ha sido su socio tantos años.

No pensamos demasiado en eso. Él imagino que lo tendrá más dentro y en la cabeza. Pero de momento Rudy sigue siendo aquí el compañero, el capitán, el que nos guía. No vemos al Rudy que se va a retirar, sino que vemos al Rudy que nos aporta en cada partido. Cuando llegue el momento y sea el último partido, pues sí será muy emotivo.

En el Madrid han jugado este año 86 partidos. Si les sumamos los amistosos de la Selección, el Preolímpico y los Juegos, se pone casi en cien. ¿Había jugado tanto en una temporada, qué le parece?

No lo sé. No llevo el número de partidos, pero es verdad que cada vez jugamos más. Nos gusta jugar, al espectador ver partidos. Pero se tiene que encontrar un equilibrio para que el producto sea de buena calidad y los jugadores no se vayan lesionando cada dos por tres. El calendario es muy exigente para todos, pero es lo que hay.

¿Usted cree que estas son de las cosas que acortan la vida deportiva?

Seguramente. Si la vida deportiva de un jugador tiene, no sé, 5.000 partidos, si los aglomeras en cinco años, se acaba la carrera deportiva. Es el mismo calendario para todos. Iría bien un poco consenso entre FIBA, Euroliga y ligas nacionales para ver qué se puede hacer en este aspecto.

Decía el otro día que hay equipos que tienen más estrellas, que son más altos, más fuertes, más atléticos. Pero que estaba orgulloso del ADN de lucha de esta Selección. Sin embargo, es evidente que ustedes también tienen talento. ¿Cuál es el talento de este?

La unidad. Jugar juntos, como un verdadero equipo, no como una Selección. Y ser una familia dentro y fuera del campo.