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PARÍS 2024 | ATLETISMO (TRIPLE)

Jordan vuela al oro olímpico

El triplista de 23 años brilla de manera superlativa en la final celebrada en el Stade de France con un mejor salto de 17,86. Sólo Pichardo le hizo sombra.

Spain's Jordan Alejandro Diaz Fortun celebrates after winning the men's triple jump final of the athletics event at the Paris 2024 Olympic Games at Stade de France in Saint-Denis, north of Paris, on August 9, 2024. (Photo by Ben STANSALL / AFP)
Spain's Jordan Alejandro Diaz Fortun celebrates after winning the men's triple jump final of the athletics event at the Paris 2024 Olympic Games at Stade de France in Saint-Denis, north of Paris, on August 9, 2024. (Photo by Ben STANSALL / AFP)BEN STANSALLAFP

Carrera de 16 apoyos, cinco transitorios y once de paso de carrera. Aceleración creciente, velocidad máxima aproximada hasta la tabla de batida de 10,6 metros por segundo (38,16 km/h). ‘Hop’, step and jump’... y 17,86. El Stade de France explota de júbilo, quizá algún despistado acaba de descubrir al funambulista que parece suspenderse en el aire mientras su cuerpo avanza en el espacio geográfico, es una estrella mundial. Minutos antes, el portugués Pedro Pablo Pichardo llegaba hasta 17,79... dejándose 23 centímetros a la tabla de batida. Era únicamente el inicio de una final apasionante, el capítulo dos de un duelo fratricida entre hermanos separados de forma definitiva. En los Europeos de Roma, Jordan voló a 18,18; Pichardo hasta 18,04.

Pichardo venía decidido a vengarse tras una derrota en la que él llegó a poner en duda la medición del español. Segundo intento del luso... 17,84; dejándose de nuevo una barbaridad hasta el talonamiento permitido: 19 cm. Turno del canguro español: 17,64. El sol y la lluvia habían tenido una batalla previa para estar más cerca de este portentoso enfrentamiento. El astro rey venció el duelo como no podía ser de otra manera. El atleta residente en Castilla La Mancha, seguía primero, con dos centímetros de ventaja. Por detrás, el italiano Andy Díaz, el jamaicano Hibbert y el burkinés Hughes Fabrice Zango peleaban de momento ‘sólo’ por el bronce. Miraban de lejos al dúo ibérico. Un nivel superior, el último del juego.

Jordan Díaz.
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Jordan Díaz.JESUS ALVAREZ ORIHUELADIARIO AS

Jordan hablaba con Pedroso. El cubano le indicaba, movimientos de mano, puntualizaciones dibujadas en el aire; Díaz, asentía mientras escuchaba. Buen alumno. Palmas para dirigir al público como a él le gusta, el doble aplauso, el 1-2. Vuelo largo de nuevo, 17,85... con diez centímetros regalados a la tabla. No mejoraba, pero le mandaba un mensaje a Pichardo: ‘Yo también tengo más hoy’. La mejora eliminaba a Murphy, Dos Santos, Zhu y Triki. Sólo quedaban ocho. Sólo dos peleando por el oro. Ni una mirada perdida cruzada entre ambos. Tres oportunidades más para cada uno. En el cuarto, Jordan volvió a calcar casi distancia (17,84), pero ajustó mejor. Los consejos del gurú y el paso de la competición, van calentando al prodigio. Esa es la idea. O más bien una estrategia pergeñada junto a su mentor. De menos a más, como hacía Iván en sus tiempos de estrella de la longitud.

Pedrosos y Jordan.
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Pedrosos y Jordan.JESUS ALVAREZ ORIHUELADIARIO AS

Pichardo se lo jugaba al todo o nada. Renunciaba al quinto. Jordan abortaba su vuelo en el jump. Algo no le cuadró. 17,25 sin terminar el tercer brinco. La tensión crecía, la emoción aumentaba. Si Jordan volvía a enfilar el pasillo como primer clasificado, significaría que ya era oro olímpico. El portugués se concentraba ante su última oportunidad. Carrera, triple salto y... 17,81. ¡Jordan Díaz es campeón olímpico! Emoción, abrazos, risas, gritos... Se enfundaba la bandera de España y se disponía a tocar la campana de los campeones olímpicos. El sueño de Jordan se cumplía. Espectacular. El sexto salto no era necesario. Era el momento de celebrar.

Jordan Díaz.
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Jordan Díaz.JESUS ALVAREZ ORIHUELADIARIO AS

El 7 de agosto de 1995, Jonathan Edwards helaba el verano de Goteborg al volar hasta 18,29; el 9 de agosto de 2024, su heredero se colgaba la medalla de oro. Pese a ser el gran mito de la especialidad, Edwards no llegó a los 18 metros hasta los 29 años. Jordan voló hasta 18,18 con 23. El futuro es suyo y ya con una medalla olímpica en su mochila. Como uno de los ocho atletas que han superado los 18 metros en la historia, con uno de los 17 vuelos que han pasado esa cifra mágica. El tercero de todos los tiempos tras Edwards y el ídolo de Jordan, el norteamericano Christian Taylor (18,21).

ESPECIAL Y DIFERENTE.

“Veo entrenar a Jordan y alucino. Es un atleta excepcional y pensar en lo que puede hacer impresiona”, dice Pedroso, oro olímpico y nueve veces campeón del mundo de longitud con 8,71 como mejor intento, aunque llegó a volar a 8,96 con viento inválido. El gurú del pasillo ha visto infinidad de saltadores; ninguno le ha impresionado tanto como su protegido. Un talento superlativo que escucha y ha interiorizado el ‘técnica, técnica, técnica, trabajo, trabajo, trabajo’ del cubano.

Jordan Díaz.
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Jordan Díaz.JESUS ALVAREZ ORIHUELADIARIO AS

Jordan es el dibujo animado creado por inteligencia artificial para afrontar la combinación perfecta y equilibrada de velocidad, fuerza, coordinación y técnica que necesita esta complicada especialidad. Porque no sólo se necesita todo lo mencionado, sino que requiere de precisión, optimización y explosividad. Y un físico potente y estilizado. Como el 1,92 y 73 kilos del canguro customizado en Guadalajara. La técnica aprendida del gurú unida a su mejora en la velocidad de carrera, con una postura perfecta del tronco, antes de la batida, le dan una energía cinética efectiva, crucial para los tres saltos. En París sacó gran parte de su magia; la suficiente como para ser campeón olímpico. Su techo es el cielo, ese que ha alcanzado deportivamente Jordan en los Juegos Olímpicos.

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