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PARÍS 2024 | BOXEO

Ghadfa, boxeo contra el acoso y el racismo: “Era para defenderme...”

El nuevo medallista español, nacido en Marbella, empezó en su deporte por necesidad y recomendación de su padre. Es graduado en INEF.

París
Ghadfa, boxeo contra el acoso y el racismo: “Era para defenderme...”
JESUS ALVAREZ ORIHUELADIARIO AS

La historia de Ayoub Ghadfa (25 años), como tantas otras en el deporte, como aún más cuando se habla de boxeo, empieza entre espinas. El español, medallista olímpico desde este viernes, no tuvo una infancia sencilla. Debido a su físico, ese que ahora se ha convertido en una máquina de triturar rivales, musculoso e imponente, Ghadfa recibió acoso escolar. El racismo, pese a que es nacido en Marbella, ciudad a la que sus padres emigraron desde Marruecos en búsqueda de un lugar mejor, también tuvo su parte de culpa. Un cóctel explosivo que, en conjunto, hizo que pasara unos primeros años de vida complicados.

En ese contexto, por pura necesidad, apareció el boxeo. Fue su padre quien le animó a apuntarse a clases y, con 10 años, empezó kickboxing con un vecino. “Me lo propuso porque quería que me defendiera. Me dijo: ‘¿Quieres aprender a defenderte? ¿Te gusta?’ Porque a mí siempre me ha gustado luchar, ver la lucha libre, la WWE”, recordaba en AS antes de volar hasta tierras francesas. Al mismo tiempo, Ayoub también probó otros deportes, como el fútbol, el básquet o la natación, pero no le cautivaron. Las disciplinas de contacto eran lo suyo y, con 14 años, se dio cuenta de ello.

Ayoub Ghadfa conecta un golpe en la cara de Davit Chaloyan.
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Ayoub Ghadfa conecta un golpe en la cara de Davit Chaloyan.JESUS ALVAREZ ORIHUELADIARIO AS

No fue hasta un tiempo después cuando, sin embargo, el boxeo se instaló en su vida. Fue ya en su época universitaria, no hace tanto, cuando se instaló en Madrid para cursar Ciencias de la Actividad Física en la Universidad Autónoma, donde se graduó. Entonces, aún practicaba kickboxing como deporte principal. En su búsqueda de gimnasios donde entrenar, sin embargo, se topó con el Club José Valenciano, en el que le animaron a cambiar. Un punto de inflexión. Sólo unos meses después, el seleccionador español, Rafa Lozano, le vio y se quedó impresionado. Le invitó a entrenar con el equipo nacional y, desde entonces, su carrera sólo ha ido hacia arriba.

“Había visto las los Juegos de Río, la gimnasia, el atletismo, la natación... Me gustaban mucho los deportes. El boxeo no lo veía mucho porque tampoco lo echaban en la televisión. Al final dije, el boxeo es un deporte olímpico, voy a probar. Empecé, me gustó y hasta ahora”, recordaba antes de su primera experiencia olímpica. “Es un sueño hecho realidad. Te emocionas, te llena de satisfacción y sabes que las cosas que estabas haciendo bien las cosas”, remarcaba ya en ella. Ahora, ese niño que aprendió a boxear para defenderse de los acosadores ya es leyenda del deporte español.

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