Estreno de pesadilla para las Guerreras
Brasil pasa por encima (18-29) de una España con una estadística insostenible: 0/8 en tiros de nueve metros y 1/7 desde seis metros. Show de Gabriela Moreschi, la portera brasileña: 45% de acierto.
El impresionante grito de Las Guerreras cuando terminó de escucharse el himno español en el hall 6 del South París Arena, al filo de las 14:00 horas, no se trasladó a la pista. Brasil, que no había ganado a España en competición internacional, pasó por encima del equipo de Ambros Martín en un estreno olímpico que se esperaba con una gran expectación (era el primer equipo femenino en competir) y que dejó mal cuerpo. Por más cambios que hizo, el seleccionador no le pudo cambiar el paso a un estreno de pesadilla. Lo peor que puede decirse del partido es que no tuvo historia. Salvo el 1-0 inicial de Mireya González, España estuvo lejísimos de su rival, al que siempre había ganado en competición oficial. Los números del partido lo dijeron todo. España firmó un 0/8 en tiros de nueve metros; y un 1/7 en tiros de seis metros. Así es imposible competir.
El golpe fue durísimo y se vio venir de lejos. En el minuto 9, con 2-6, Ambros ya había pedido tempo muerto porque lo que veía no le gustaba nada. España, limitada en estático, apenas si fue capaz de hacer goles de penalti. Kaba Gassama y Lysa Tchaptchet lo intentaron en los seis metros, pero fallaron con la espada desde el pivote. En primera línea, se echó de menos a Alicia Fernández. Arderius intentó mover al equipo, pero tampoco encontró las mejores sensaciones. La salida de Paula Arcos se intuyó vitamínica, pero tampoco terminó de cuajar. Y, para colmo, Las Guerreras se encontraron con el ‘show Moreschi’. La portera brasileña, iluminada, lo paró todo (45%) de acierto y se metió en el bolsillo a la ‘torcida’ brasileña, mayoría este jueves en el área de Versalles.
El partido, en definitiva, fue una pesadilla para España, que se marchó al descanso 10-15, soñando con un cambio de guion que no se produjo. Al contrario, Brasil mantuvo el pie pisado en el acelerador y consciente de la importancia del goalaverage en casos de empate, apretó y amplió la brecha a distancias incluso de diez goles. Mentalmente fue un partido durísimo para Las Guerreras, que se vieron sin opciones con toda la segunda parte por jugar y no pudieron evitar abandonarse. Sin encontrar su sitio en la pista, terminaron perdiendo por un 18-29 preocupante del que deberán hablar largo y tendido en la Villa. La próxima cita, este domingo a las 19:00 horas frente Angola