Espíritu Craviotto: las cuentas para las 22 medallas aún salen
España suma 13 medallas, con otras tres aseguradas, y aún se confía en llegar a 22. El medallista ya suma dos oros, dos platas y dos bronces.
El capitán de la nave, Saúl Craviotto, marcó el camino ayer a España en el esprint que le queda para superar los registros de los dos últimos Juegos, 17 medallas tanto en Río 2016 como en Tokio 2020 y, por qué no, alcanzar la meta de las 22 de Barcelona 1992 que se marcó desde el Comité Olímpico Español y el Consejo Superior de Deportes. El medallero refleja 13 preseas (dos oros, tres platas y ocho bronces), más otras tres aseguradas de la Selección masculina de fútbol (oro o plata), de las guerreras del waterpolo y lo mismo con el gigante del boxeo, Ayoub Ghadfa. La primera definirá su color hoy (18:00) y las otras dos, ya el sábado (15:35 y 22:51 horas, respectivamente).
“Me gustaría que se me recordara como un deportista luchador y constante”, recordó Craviotto después de conquistar su sexta medalla, un bronce en el K4 500 que le hace quedarse solo en la cima del olimpismo, desempatando con su colega David Cal. Junto a Marcus Cooper (oro, plata y bronce en tres Juegos para el abanderado, que también se dispara y todavía puede sumar otra en París), Carlos Arévalo y Rodrigo Germade. El podio certificó el sorpasso del piragüismo a la vela como deporte más laureado de la historia, con 23 medallas frente a 22. Y subiendo, porque en la vela no hay más frentes abiertos.
Eso fue posible porque dos chavales sin miedo (algo aprenderían de la trayectoria del catalán), Joan Antoni Moreno (24 años) y Diego Domínguez (21) habían iniciado la fiesta con su bronce en el C2 500. La sorpresa que siempre acaba descorchando el piragüismo ciclo tras ciclo. Como fue la de Pau Echaniz en el K1 de aguas bravas.
No fallaron las Guerreras del agua, el waterpolo, que tras superar una tanda de penaltis con Martina Ferré y Maica García de protagonistas frente a Países Bajos (18-19) podrían, si no lo consiguen ya lo chicos del fútbol hoy frente a Francia, derribar un muro: desde la medalla de oro del waterpolo masculino en Atlanta 1996, ningún equipo español ha logrado subir a lo más alto del podio. Es hora de acabar con la maldición y no volverla a sacar a pasear como ocurre Juegos tras Juegos.
España, sin embargo, podría estar más arriba, de subidón, puesto que ayer los chicos del hockey perdieron el bronce frente a India (2-1), Javier Pérez Polo en su combate también por el bronce en taekwondo, Quique Llopis finalizó cuarto en los 110 metros vallas, Albert Torres a cuatro puntos del bronce en el ómnium de ciclismo en pista y también cuartos en 470 mixto Jordi Xammar y Nora Brugman, cuando lo tenían hecho. Muchos tiros amargos al palo.
Cuentas. Pero las cuentas aún pueden salir. A las 16 medallas virtuales se pueden añadir más de aquí al domingo. Enumeremos posibilidades: Jordan Díaz en triple salto, Alberto Ginés en escalada, María Corbera y Antía Jácome en C2 500 (también en C1 200 mañana), los K2 de Cooper-Del Río y Arévalo-Germade, las campeonas del mundo de fútbol por el bronce, los eternos Hispanos en semifinales o Cecilia Castro en taekwondo. Todo eso hoy. Y quedarían el dúo de natación artística, el equipo de rítmica, Torres y Mora en la madison y un Mo Attaoui con buena pinta en el 800. Con el espíritu de Craviotto, todo es posible.