“En Atenas 2004 dije: ‘Antes de los 30 me dedico a otra cosa...’, y aquí estoy con 42″
Pablo Herrera cumple sus sextos Juegos Olímpicos, cuatro de ellos junto a Adrián Gavira (36). El dúo que competirá frente a la Torre Eiffel atiende a AS en París.
Pablo Herrera y Adrián Gavira son una de las tres parejas españolas de vóley playa en París 2024 junto a las dos duplas femeninas compuestas por Liliana Fernández y Paula Soria, y Daniela Álvarez y Tania Moreno. También podrían ser un dúo cómico o “un matrimonio sin amor”, como dice Gavira con una sonrisa: “Nos mantenemos porque hay buen rollo y esa es la clave. Hay momentos buenos y malos, pero somos un equipo”. Un tándem perfecto que basa gran parte de su éxito en el sentido del humor: “Somos dos tíos muy sencillos que nos gusta el vóley playa y siempre nos veréis riendo y de cachondeo. Las claves son el respeto y la diversión”.
Antes del debut en sus décimos Juegos (seis de Pablo y cuatro de Adrián) el lunes a las 10:00 en el primer partido del Grupo F frente a los neerlandeses Boermans y De Groot, atendieron a AS. “Tenemos ganas de hacer algo grande y sumar medallas al comité olímpico”, afirma Herrera. Algo que corrobora Adrián: “Venimos con opciones de liarla”. Llevan 16 años juntos y su ‘last dance’ olímpico llegará en París, un objetivo por el que han trabajo mucho: “Justo después de Tokio ya pusimos la mente en París. Sabíamos que era un reto complicado y por eso estamos muy contentos de haberlo conseguido”.
Pese a su dilatadísima experiencia, disputar unos Juegos siempre es especial. “Los nervios del primer partido siempre los tenemos por muchas veces que hayamos estado en unos Juegos y más en el marco que tenemos al lado de la Torre Eiffel”, dice Herrera. Gavira complementa: “Muchos deportistas nos dicen que somos unos afortunados por la sede que nos ha tocado. Vamos a disfrutar muchísimo. A ver si no nos cuesta mirar al equipo de enfrente teniendo la Torre Eiffel ahí al lado (risas)”.
Al convertirse en el jugador de vóley playa con más ediciones olímpicas, Herrera echa atrás en el tiempo para revelar: “Recuerdo que en Atenas 2004 (donde fue medallas de plata junto a Javier Bosma) le decía a Mariano Baracetti (exjugador argentino que ahora es el entrenador de Qatar): ‘Tanto viaje, mucho tiempo fuera de casa... soy muy casero, yo antes de los 30 me estoy dedicando a otra cosa’. Y fíjate dónde estoy con 42. Disfrutando los sextos Juegos”. Cuatro junto a Gavira, que ante el reto de revelar algo desconocido para el público, lanza: “Pablo ronca como un mulo. Sólo lo sabe su mujer, imagino. Bueno, ahora lo sabrá toda España (risas). Los tapones para los oídos no faltan nunca en el equipaje”.
Herrera ríe y se defiende: “¿Qué puedo desvelar yo de él? No puedo hablar mucho, que si no la liamos... El problema es que Adrián duerme muy poco y es muy pejiguero. A la mínima de ruido se despierta. Y madruga mucho: a las 06:00 ya está dando por saco. En verdad el viejo parece él en vez de yo”. Más serio, concluye: “Hemos vivido juntos una etapa muy larga de nuestra vida y la principal experiencia es que nunca sabes cuando puede llegar el gran resultado. Simplemente hay que seguir trabajando para tener opción de conseguirlo y sin sacrificio nunca hay recompensa. Además, aunque des el 100% el éxito nunca está garantizado Hay que creer en ti, en nuestro caso en la pareja Herrera-Gavira”.
¿Y cómo afrontan París? Gavira es cauto, pero no descarta nada: “Nuestro objetivo inicial es pasar de grupo. Tenemos tres rivales complicados y luego en las rondas eliminatorias puede pasar cualquier cosa. Hay que tener esa pizca de suerte en la competición, pero venimos con mucha confianza”.
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