Henry gana opciones en Francia
La leyenda francesa consiguió la Plata olímpica y su futuro podría estar ligado a la salida de Deschamps en 2026.
La imagen de la final de los Juegos Olímpicos, ganada por España ante Francia en el Parque de los Príncipes, la protagonizó Sergio Camello, delantero del Rayo Vallecano, que, con un doblete, truncó el sueño olímpico de la subcampeona del mundo, que soñaba con el Oro desde que le adjudicaron los Juegos a París. Sin embargo, pese a que la desilusión fue palpable, Thierry Henry quitó hierro al asunto y saboreó la Plata como si de un trofeo se tratara.
Y es que la leyenda de la selección francesa, a la que le confirieron la tarea de hacer un equipo competitivo y con posibilidades de optar al Oro, ha sido un padre para todos los jugadores olímpicos, que aprendieron a valorar una Plata que, seguramente, en otra disciplina, como un Mundial o una Eurocopa, habría sabido a poco, muy poco.
Henry quiso llevar a varias estrellas para hacer de Francia el mejor equipo posible. No pudo convencer a ningún equipo para que le cedieran a Varane, Kylian Mbappé, Antoine Griezmann o Leny Yoro, entre otros. Tuvo que cambiar la lista en numerosas ocasiones y confeccionó la misma a ultimísima hora. En tiempo récord, sin prácticamente mecanismos para fraguar un conjunto de garantías, el exjugador del Arsenal o del Barcelona guio a Francia hacia la final, con un estilo pragmático, pero eficaz, centrado en el resultadismo y en las individualidades.
Un resultado, la Plata, que, indudablemente, le aúpa dentro de la Federación Francesa de Fútbol. Todos los jugadores, tras el torneo, se han deshecho en elogios hacia él. “Es una leyenda del fútbol, dejó su huella en su época y nos dio consejos, mental y técnicamente”, valora Désiré Doué, la perla del Rennes, que podría marcharse al PSG en los próximos días.
El respeto que ha infundido Henry, pidiendo perdón a los argentinos tras la riña que acaeció una vez se consumó la victoria francesa en cuartos, abrazando y felicitando a Santi Denia nada más terminar la final o, obligando a los jugadores galos, cuando terminó la final ante España, a dar una vuelta al Parque de los Príncipes para agradecer el apoyo de los aficionados, le han postulado como un posible futurible para el banquillo de la absoluta francesa. Pese a que Zidane sigue en la recámara, las palabras del presidente del órgano federativo, Diallo, afirmando que podría ser una posibilidad en el futuro, podrían provocar el relevo en 2026, año en el que expira el contrato de Deschamps.
“No es una medalla de plata pequeña”, afirmaba la leyenda francesa, nada más perder contra España. Henry ha cumplido con creces la misión encomendada. Rozó el Oro, ya que llevó a España a la prórroga después de ir perdiendo 1-3 a falta de 15 minutos para el final. Se quedó con la miel en los labios, pero la realidad es que su crédito como entrenador se ha acrecentado ostensiblemente después de los Juegos Olímpicos de París.